Los equipos de rescate marroquíes e internacionales siguieron ayer, seis días después del terremoto que dejó casi 3.000 muertos en el Alto Atlas, buscando posibles cuerpos entre los escombros de las casas derruidas, para cuya reconstrucción Marruecos dará ayudas directas a los afectados. En los valles de las montañas del sur de Marrakech que se encuentran a ambos lados del epicentro, la mayoría de sus aldeanos, cuyas casas están completa o parcialmente destruidas, viven en tiendas de campaña dispuestas por las autoridades marroquíes y en algunas hechas con sus propias manos.
En el lugar están también los servicios de rescate, entre ellos algunos internacionales como la Unidad Militar de Emergencias del Ejército español, que continúan trabajando para localizar cuerpos sin vida bajo las casas colapsadas. Lo hacen sin que la temida lluvia hiciese por el momento aparición y con la amenaza de las réplicas que se producen cada día en la zona.
Su urgencia ahora se traduce en volver a tener un hogar, algo para lo que Marruecos aprobó ayer ayudas directas de entre 80.000 dirhams (7.300 euros) y 140.000 dirhams (12.800 euros) para rehabilitar 50.000 viviendas dañadas total o parcialmente por el seísmo. Lo hizo dentro de un plan aprobado por el rey Mohamed VI en una reunión de trabajo mantenida ayer, en la que anunció que el plan se financiará con fondos públicos y privados y está abierto a la aportación de “países hermanos o amigos”. Dentro de ese plan, se dará especial prioridad a los huérfanos del desastre, a los que se incluirá con celeridad en el circuito de adopción y se les consideará “pupilos de la nación”, lo que conlleva una serie de ayudas públicas.
Réplicas
Ayer, los habitantes de las montañas se despertaron con una réplica de magnitud 4,6, la primera que superó los 4,5 desde el día del terremoto, tras el que se produjo una treintena de temblores de poca magnitud. La réplica se sintió hasta en Marrakech, a unos 80 kilómetros del epicentro.
Los efectivos de la UME, que tienen su base en Amizmiz junto al resto de equipos internacionales, seguirán allí mientras sea necesario, aseguró ayer la ministra de Defensa española en funciones, Margarita Robles. Ante la nula esperanza de encontrar supervivientes, los bomberos desplazados desde España para colaborar en las tareas de rescate ya regresaron o planean hacerlo en las próximas horas. Mientras, la ayuda humanitaria sigue llegando a la zona por los canales oficiales y a bordo de vehículos de todo tipo.