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La explosión de Beirut deja a 200.000 personas sin hogar

La zona del puerto de Beirut presentaba ayer un aspecto de destrucción similar a una zona de guerra.
photo_camera La zona del puerto de Beirut presentaba ayer un aspecto de destrucción similar a una zona de guerra.
Edificios destruidos y al menos 150 muertos tienen al Líbano sumido en el dolor y la indignación

n n n Edificios destruidos, manchas de sangre en un asfalto cubierto con vidrios rotos y un aire pesado a la respiración marcaban hoy el camino hacia el desolador hueco que queda en el puerto de Beirut tras la explosión que el martes dejó al menos 135 muertos y al Líbano sumido en el dolor y la indignación. La explosión fue de tal calibre que, según estimaciones del gobierno libanés, más de 200.000 personas quedaron sin hogar. 
Nabin Emboz limpia lo que queda de su pequeña librería. Su negocio como tantos otros no pudo resistir y fue fulminado por la onda expansiva de la deflagración causada el martes por la combustión de cerca de 3.000 toneladas de nitrato de amonio contenidas en un almacén del puerto la capital libanesa. "Todo lo que le pido a este sistema es que al menos haga pagar al responsable de todo esto", dijo Emboz con una indignación que trataba de tapar con sarcasmo.  "Supongo que tendré que tomarme un año de vacaciones obligatorias", añadió. 
Su situación al menos ha sido mejor que la de miles de víctimas en una ciudad que ayer recordaba una estampa olvidada desde que la guerra civil acabó en 1990. El ministro de Salud libanés, Mohamed Hasan, informó de que al menos 113 personas habían muerto, una cifra que una fuente de ese mismo Ministerio amplió e e indicó que entre muertos y desaparecidos hay al menos 135, aunque no especificó cuántos de cada uno. Sí indicó que el número de heridos supera ya los 5.000. 
La explosión dejó más de un centenar de heridos entre personal de la ONU y sus familias y costó la vida a dos familiares de empleados de la organización, según dijo ayer Naciones Unidas. 

los soldados españoles
Entre los heridos figuran 22 efectivos de la Fuerza de Paz de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) que destacó que que ninguno de los cascos azules españoles, de los 600 que forman parte de esta misión resultó herido por la explosión.
En los alrededores del puerto, patrullas militares bloqueaban el acceso a las dársenas. Nadie, incluidos los periodistas, podían acercarse al punto de origen del desastre. "Todavía no sabemos la razón de la segunda explosión y no queremos ninguna información errónea en los medios", dijo un militar sin identificarse. 
Los daños son descomunales. El Gobernador de Beirut, Maruan Abboud, afirmó ayer que aún hay más de 100 desaparecidos y más de 200.000 personas se han quedado sin casa.  En declaraciones a los medios locales, Abboud señaló que hay al menos un centenar de personas a las que no se ha podido localizar y que los daños en la capital son enormes, valorados entre 3.000 y 5.000 millones de dólares. 
"Alrededor de 200.000 o 250.000 personas se han quedado sin hogar y estamos trabajando para abastecer de comida, agua y vivienda", indicó en declaraciones recogidas por diversos medios locales. 
El Gobierno también aprobó ayer el estado de emergencia durante 15 días en la capital libanesa, que ha pasado a estar bajo control militar.

Nitrato de amonio, un fertilizante muy volátil usado por terroristas

Mientras pasan las horas, el Gobierno investiga las causas por las que estalló un cargamento de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, un fertilizante de enorme volatilidad, lo que convirtió a Beirut en una zona de guerra. 
"Aseguramos a las familias de los muertos y heridos y a los libaneses que estamos determinados a continuar con las investigaciones, descubrir las circunstancias de lo que sucedió lo antes posible y que los responsables y los negligentes rindan cuentas, y aplicarles el castigo máximo", dijo el presidente libanés, Michel Aoun. En este mismo sentido, el primer ministro Hasan Diab señaló que la investigación es una "prioridad y sus resultados deben ser rápidos".
El nitrato de amonio es un elemento básico de ciertos tipos de fertilizantes, pero también una sustancia altamente explosiva e inflamable que diferentes grupos terroristas han llegado a mezclar con gasolina o queroseno para fabricar bombas. ETA utilizó la libertad de movimiento comunitaria para adquirir en países como Portugal sustancias para la fabricación de amonal, componente que utilizó para sus explosivos. 
Europa reguló el acceso a sustancias como el peróxido de hidrógeno, el nitrometano, el ácido nítrico o el nitrato de amonio.  La regulación internacional establece que el nitrato de amonio debe almacenarse seco y bien cerrado, siempre alertando del peligro de deflagración y manteniéndolo alejado de cualquier combustible porque a la mínima que se descontrola algún parámetro, como la temperatura, puede provocar explosiones como la de Beirut.n

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