El Gobierno español en funciones activó los equipos de salvamento y de rescate para ayudar en las tareas de búsqueda de supervivientes del devastador terremoto de Marruecos, después de que esta madrugada el país árabe solicitara ayuda oficialmente a España.
El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, informó que su homólogo marroquí solicitó oficialmente ayuda a España, por lo que el Gobierno puso ya en marcha el dispositivo donde habrá tantos efectivos “como Marruecos necesite”. Albares explicó que también se puso en contacto con los ministros de Interior y de Defensa en funciones de España para coordinar esta ayuda inicial.
Una ayuda, dijo, que de manera “urgente” se centra en el rescate de personas que puedan seguir con vida bajo los escombros, más allá de la ayuda material y humana que España pueda dar a Marruecos para la reconstrucción de las zonas afectadas por este terremoto que sacudió el sur del país el viernes por la noche, con epicentro a unos 60 kilómetros de la turística ciudad de Marrakech.
Preguntado sobre si el Ejecutivo tiene previsto fletar algún avión para traer de regreso a los españoles que se encuentran en Marruecos, matizó que no lo ve “necesario”, debido a las distintas conexiones que existen entre ambos países. En ese sentido, el Gobierno está en contacto con las aerolíneas Iberia y Binter para explorar la posibilidad de, si es necesario, recolocar a pasajeros. Personal de la Embajada de España en Marruecos se encuentra desde el sábado en Marrakech para trabajar en la búsqueda de vuelos para que los españoles afectados puedan regresar al país.
Turistas españoles que fueron testigos del terremoto empezaron a llegar ayer. Un grupo fue recibido por familiares en aeropuerto de Bilbao, donde aterrizaron dos vuelos procedentes de Marrakech. Otro grupo llegó a Barcelona, donde relataron el “miedo” y el “caos” vivido. “Estábamos cenando cuando pareció como si pasara un metro. Empezaron a caer las paredes y salimos a la calle, donde pasamos la noche”, explicó uno de ellos. “La casa se movía, empezaron a caer los cuchillos... salimos a la calle corriendo, la gente estaba llorando y gritando”, recordó otro viajero.