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En ruta en el Volkswagen Touareg de David Ferrer

David Ferrer Valeiras, un aficionado del automóvil en todas sus facetas y muy especialmente de los rallyes.
photo_camera David Ferrer Valeiras, un aficionado del automóvil en todas sus facetas y muy especialmente de los rallyes.
David Ferrer Valeiras ha sido empresario, concejal del Ayuntamiento de Ourense y por encima todo, un forofo de todo aquello que rodea a la gasolina y los motores, de piloto de rallyes a responsable de la oficina de prensa del Rallye de Ourense. David mantiene en su garaje diversos vehículos, como un Renault 4L con el cual ha participado en diferentes pruebas; un Mitsubishi, que adquirió recientemente, para prepararlo y realizar una prueba en el desierto africano, pero que por motivo del confinamiento causado por el covid-19 ha tenido que posponer; así como un Seat 500, que guarda con un cuidado especial, al haber pertenecido a su padre. Para los desplazamientos en el día a día, David utiliza un Volkswagen Touareg, adquirido de segunda mano, que monta un motor 3.0 TDI con 220 CV de potencia.
¿Por qué un SUV y del tamaño del Touareg? 
"En cuanto a su tamaño-dice-, siempre me ha parecido demasiado grande, pero con el tiempo te vas acostumbrando, aunque en ocasiones reconozco que, al aparcar, sobre todo en el garaje de casa, algún rasguño le he hecho. Y un SUV porque además de gustarme el salir del asfalto y perderme por las pistas forestales, es idóneo para llevar los perros o tirar del remolque del barco.
¿Qué valoras más de este modelo?
"Sobre todo, su comodidad, así como la sensación de seguridad que transmite y el comportamiento sobre cualquier superficie ya sea en mojado, con barro o con nieve.  Con este coche, también descubres la comodidad y eficacia de un cambio automático, que hoy no cambio por ningún otro. Otro de los motivos por el que compré este coche es por su entrega de potencia y por su consumo no muy elevado para ser en 3.0".
¿Cuál es el coche del que guarda mejores recuerdos?
"Sin lugar a duda, del Renault 5 GT Turbo, por las  prestaciones que ofrecía y lo divertido que era de conducir, aunque también tengo que reconocer que me llevé algún que otro susto".

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