ENTROIDO 2020

Madamas e galáns protagonizan la última danza del año

La danza se desarrolló en el palco instalado junto al Centro Cultural de Riomaior que se quedó pequeño ante la gran asistencia de público.
photo_camera La danza se desarrolló en el palco instalado junto al Centro Cultural de Riomaior que se quedó pequeño ante la gran asistencia de público.
La localidad de Riomaior centró las actividades del último día de los carnavales de Cobres, de Interés Turístico de Galicia
Vilaboa vivió ayer el día grande de sus carnavales que tienen su epicentro entre las localidades de Santa Cristina y San Adrián de Cobres y como grandes protagonistas a las madamas e galáns.  Durante la mañana, las parejas visitaron los barrios y casas de los vecinos para exhibir sus tres bailes tradicionales: la jota, la muiñeira y la danza propia del carnaval de estas parroquias, que está clasificado desde hace años como de Interés Turístico de Galicia por su valor etnográfico e histórico al conservar una danza que se remonta a principios del siglo XVIII y que se ha transmitido de generación en generación.  La danza contó con la asistencia de la directora xeral de Turismo, Nava Castro.  
La mañana, pasada por agua pero que dejó paso a una tarde en la que llegó a lucir el sol, terminó con la tradicional comida de esta jornada, que da paso a la Corrida do Galo, que tiene como escenario la localidad de Riomaior y que reúne a numerosos vecinos que participan en una tradición que hunde sus raíces en el tiempo. 
Los integrantes de esta danza ancestral, vestidos de blanco y adornados con collares, plumas de colores, cintas y espejos, destacaban entre todos los asistentes con sus llamativos sombreros con flores de distintos tipos que forman auténticos centros ornamentales. 
Estos tocados, únicos en su género, se elaboran manualmente a lo largo de, al menos un mes antes de la celebración de la fiesta. Tradicionalmente, los trajes daban muestra del potencial económico de la familia a través de los adornos que se exhiben.
El encuentro tuvo lugar, como ya es tradicional cada año junto a la Casa da Cultura, en Riomaior, y contó con una importancia presencia de público, que no se quiso perder una expresión cultural considerada Festa de Interese Turístico de Galicia. Antiguamente esta danza se llevaba a cabo en los bajos o alpendres de las casas, pero desde hace años se trasladó a este centro cultural. 

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