El Chapela homenajeó al que fue su presidente un año después de su muerte con un partido amistoso ante al Teucro
Hace un año que Manuel González Soto murió. Su ausencia dejó un vacío irreparable en el balonmano gallego en general y en el Chapela en particular. Soto fue presidente del conjunto chapeleiro en los últimos 20 años de su vida. En la veintena anterior, estuvo ligado como jugador, entrenador y directivo. En total, 40 años al servicio de la entidad rojiverde, que el pasado miércoles le homenajeó haciendo lo que a él más le gustaba: jugar al balonmano.
Un histórico del balonmano español fue el invitado al Memorial. La Sociedad Deportiva Teucro de Pontevedra, actualmente en División de Honor Plata, compareció en el pabellón que lleva el nombre del homenajeado para medirse al Rodosa Chapela.
Todo ello en un ambiente de cordialidad y amistad, con el amor por el balonmano que tanto sentía González Soto como hilo conductor. En la previa del partido, se celebraron diversos actos conmemorativos. El club chapeleiro hizo entrega de varios recuerdos a la familia del expresidente, cuya imagen fue portada hasta el centro de la cancha en una pancarta que se depositó en el círculo central. Además, hubo fotos de grupo con los jugadores, cuerpos técnicos y familiares de González Soto, que recordaron su figura en los compases previos a la disputa del encuentro.
Un partido en el que, si bien lo de menos era el resultado, sí dejó buenas jugadas y una correcta intensidad para tratarse de un amistoso a estas alturas de la temporada. El choque transcurrió igualado y, pese a que el Chapela juega en Primera Estatal, una categoría menos que el Teucro, plantó cara al conjunto pontevedrés durante los 60 minutos. De hecho, el equipo azul ganó por la mínima (23-24). n
Un histórico del balonmano español fue el invitado al Memorial. La Sociedad Deportiva Teucro de Pontevedra, actualmente en División de Honor Plata, compareció en el pabellón que lleva el nombre del homenajeado para medirse al Rodosa Chapela.
Todo ello en un ambiente de cordialidad y amistad, con el amor por el balonmano que tanto sentía González Soto como hilo conductor. En la previa del partido, se celebraron diversos actos conmemorativos. El club chapeleiro hizo entrega de varios recuerdos a la familia del expresidente, cuya imagen fue portada hasta el centro de la cancha en una pancarta que se depositó en el círculo central. Además, hubo fotos de grupo con los jugadores, cuerpos técnicos y familiares de González Soto, que recordaron su figura en los compases previos a la disputa del encuentro.
Un partido en el que, si bien lo de menos era el resultado, sí dejó buenas jugadas y una correcta intensidad para tratarse de un amistoso a estas alturas de la temporada. El choque transcurrió igualado y, pese a que el Chapela juega en Primera Estatal, una categoría menos que el Teucro, plantó cara al conjunto pontevedrés durante los 60 minutos. De hecho, el equipo azul ganó por la mínima (23-24). n
