El CAR Marisqueiro, club que organiza mañana en el monte Vixiador la actividad de Trail Running de +Deporte Atlántico, se fundó en 2009 por la determinación de once amigos que querían quedar para entrenar juntos y actualmente cuenta con 114 socios y mueve unas 170 fichas deportivas.
Juan Carlos Paz, Pancho, presidente del equipo vigués desde 2015, explica que “el origen está en una página web que se llama “Correr en Galicia”. En uno de los foros se creó un apartado para quedar a entrenar y buscaron un nombre que fue CAR (Centro de Alto Rendimiento) Marisqueiro, una coña, porque de los seis o siete que quedaban, todos eran bastante lentos y hacían deporte para evitar el sobrepeso y quedar después a tomar una caña. Ahora, el espíritu sigue siendo el mismo. Somos un club de atletas populares. No tenemos cantera, ni categorías inferiores, ni velocistas, y la edad media supera los 40 años. Seguimos siendo un equipo en el que lo importante es lo que llamamos el ‘espíritu Carma’, la ayuda entre nosotros y tratar igual al que más corre y al que menos”.
No obstante, destaca que “con los años, tenemos gente que anda bastante. El otro día, por ejemplo, en la carrera Vigo contra el Cáncer, el tercero, el cuarto y el quinto eran del equipo. Pero nos da igual cuánto corra la gente y eso ha hecho que se convierta en un referente en Vigo”.
El sentido del humor es una seña de identidad del CAR Marisqueiro, que desde 2011 cuenta con dos secciones, una de Trail y otra de asfalto. “A los que hacen Trail lo que les enamora es la comunión con la naturaleza. Ahora acaban de estar ocho o nueve en Babia, en León, haciendo lo que les gusta, que es hacer kilómetros por el monte. Eso sí, tienen una parte en la que se esfuerzan más que los de asfalto, que es en las cervezas. Después de entrenar quedan para tomar algo y ese fin de semana estuvieron en el monte de día y compartiendo mantel y sobremesa. Pero la naturaleza es lo que les atrae”, explica Pancho, que personalmente prefiere “el asfalto. Hice un año montaña, cuando organizamos el GMTA (Galicia Máxica Trail Adventure), un circuito de carreras de Trail que todavía existe, y de vez en cuando subo al Vixiador y hago algo con ellos, pero si son pruebas muy técnicas ya no me gustan. Soy más de maratones".
Juan Carlos Paz está cerca de completar los denominados seis ‘grandes’ del maratón: Nueva York, Boston, Chicago, Londres, Berlín y Tokio. “Yo llevo cinco por culpa del covid, porque iba a hacer el sexto en 2020, en Tokio, y se suspendió. Pero el año que viene espero ir. Nos guardaron el dorsal y nos dieron a elegir entre participar en 2022 o en 2023 y yo elegí el segundo. Ya he pagado la inscripción y ahora estoy buscando un vuelo que no sea demasiado caro”, indica Pancho, que detalla que "primero hice el de Nueva York, en 2010, y luego el de Berlín, en 2011. en 2014 corrí el de Boston y, como te dan permiso para ir dos años a Estados Unidos, hice Chicago al siguiente y ahí ya me planteé acabarlo”.
El problema, apunta, es que “esto es un negocio. En los primeros que hice, tenía la marca por grupo de edad y sólo tenía que pagar la inscripción. Pero para Londres ya tuve que buscar una manera más cara. Porque hay tres maneras de ir, con un touroperador que te da todo el paquete completo, por sorteo, que es muy difícil que te toque, o comprando el dorsal de una oenegé. A Londres fui con touroperador y vi que iba gente con mucho dinero, altos ejecutivos que se hacían tres o cuatro maratones ‘grandes’ en un año”.
Para apuntarse al de Tokio, optó por otro sistema. “En 2020, este maratón destinaba 3.400 dorsales a oenegés y daban un plazo de una semana para colocarlos. El día que salieron, a las dos de la madrugada estaba yo con un ordenador, mi hija con un móvil y mi mujer con el suyo, y a las 4:30 conseguí el dorsal. Después, tenías media hora para pagarlo y también se colgaba todo el tiempo. Estuve a punto de dejarlo hasta la mañana siguiente, pero lo logré a las 5:31 y menos mal, porque por la mañana ya estaban agotados. Y el precio era de mil euros”.
Un sacrificio que hace con gusto porque es un enamorado de los maratones. “Es un reto. Son 42 kilómetros y 195 metros y siempre me gustó un dicho que afirma que en el maratón corres 30 kilómetros, sufres 12 y disfrutas 195 metros. Lo que te atrae es la dificultad que tiene, porque el maratón no te regala nada y es muy canalla; puedes ir muy preparado y que no salga”, señala Pancho. “Yo llevo 27 maratones y el objetivo bonito de un maratoniano es bajar de 3 horas. Cuando empecé no estaba para eso, pero cuando llevaba cuatro o cinco, estaba preparado, por las marcas que tenía de 10.000 y media maratón, pero tardé seis o siete y sólo he bajado dos veces de tres horas. En A Coruña, por ejemplo, iba bien y en el 32 me dio el flato y fui como pude hasta la meta e hice 3h11. Pero eso es lo que te atrae. Lo que cuesta. Y cuando sale es la leche”, destaca.
Pero la gran seña de identidad del CAR Marisqueiro es lo que ellos llaman el ‘espíritu Carma’. “Se trata de ayudarnos entre nosotros. Ahora viene la media maratón de Vigo y la organización nos llama para hacer de liebres. Yo iré de liebre para ayudar a gente de 1h45 porque a ese ritmo voy sobrado. Y en la de Vigo contra el Cáncer, un compañero me hizo la carrera a mí”, explica su presidente.