Islas Cíes

Destino para descubrir la naturaleza

Imagen de la playa de Rodas, donde se puede apreciar perfectamente su sistema dunar.
photo_camera Imagen de la playa de Rodas, donde se puede apreciar perfectamente su sistema dunar.
La candidatura trabaja desde la vertiente de la difusión de los valores ambientales y como herramienta para preservarlos.
Las Cíes fueron conocidas en la antigüedad como las Islas de los Dioses. Y es que los propios romanos, que habían conquistado todo el mundo conocido, sucumbieron a la belleza de este archipiélago, perteneciente al Concello de Vigo, que se levanta como puerta de entrada de la Ría y que la separa del océano Atlántico abierto. Una belleza y unos valores naturales que se han mantenido prácticamente iguales hasta nuestros días, motivos por los cuales el Ayuntamiento de Vigo quiere preservarlos consiguiendo su declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El archipiélago está formado por tres islas: San Martiño (o del Sur), Monteagudo (o del Norte) e Isla de O Faro, estas dos últimas unidas por una larga playa dunar, la playa de Rodas, que el periódico “The Guardian” calificó como “la más bella del mundo” por su fina arena y paisaje virgen.
Este conjunto destaca por su gran riqueza y alto valor natural, ecológico y ambiental, presentando una extraordinaria biodiversidad, con amplia variedad de ecosistemas, entre los que destacan acantilados, playas y sistemas dunares, matorrales y la gran riqueza de hábitats marinos que albergan sus fondos (de roca, de arena, de concha..)
A la par de su valor natural, se constituyen además como un territorio de gran valor patrimonial y cultural, que hacen de estas islas lugares que albergan leyendas, mitos, tradiciones y una singular riqueza histórica.
A su vez, todas estas características dotan al archipiélago de una extraordinaria belleza paisajística por lo que resulta un lugar muy atractivo para el desarrollo de actividades de turismo y ocio.
Sin embargo, como recuerdan desde el Concello de Vigo, “prima la responsabilidad de proteger este espacio natural, representativo de procesos biológicos y ecológicas y de tal excepcional valor ambiental”. “Es por ello crucial encontrar un punto de encuentro, de equilibrio, entre el uso responsable de los espacios naturales y su grado de conservación”.
La candidatura de Vigo trabaja desde un doble enfoque: por una parte, como una oportunidad para la difusión de los valores ambientales y patrimoniales del entorno y, por otra parte, como herramienta que permita potenciar y mejorar el diseño y aplicación de instrumentos de gestión para la protección y conservación de los recursos, de gran valor y riqueza ambiental y biológica.

Te puede interesar