El magistrado José Antonio Vázquez Taín anunció ayer que recurrirá su sanción de diez días por sus producciones audiovisuales, pues considera que su actividad es legítima y que “la cultura no es incompatible con la justicia”. El Consejo General del Poder Judicial sancionó a Vázquez Taín por “actividades incompatibles con la carrera judicial” al considerar que la participación en una productora genera una incompatibilidad, una cuestión de la que él discrepa.
Acompañado por su letrada, Beatriz Seijo, el magistrado del juzgado de lo penal número 2 de A Coruña explicó que quiere “aclarar algunos puntos” sobre la sanción y sobre el hecho de que en su juzgado “no pasan nunca más de tres meses” antes de que se resuelven los casos. “Me considero que estoy entre los que más al día y más dedicación tiene con su juzgado. Mi primera y gran vocación es la justicia”, detalló y añadió que se dedica a la cultura “en ratos libres en los que no entorpece” su actividad judicial. Se enteró “por la prensa” de la sanción, y recurrirá al considerar que no es correcta.
“Hace unos ocho años solicité del Consejo General del Poder Judicial autorización para acudir a los medios de comunicación. Me respondieron que era absolutamente compatible con la actividad judicial y que no necesitaba siquiera haber pedido permiso, pero lo pedí porque no tenía claro si tenía obligación o no de haberlo pedido”, prosiguió. Entiende que la norma establece que “cualquier juez puede y es compatible ejercer de forma profesional la producción y creación artística” como “escribir guiones, dirigir o ser actor; es una actividad artística”.
Sin embargo, en este caso, según detalló, la sanción está relacionada con el hecho de que su documental “El camino Mozárabe: sangre, sudor y fe” lo produjo a través de una empresa propia y, por tanto, como persona jurídica, no como persona física, como había hecho anteriormente con su producción literaria o sus guiones, cuyos derechos percibió a través de terceras empresas. Por eso pedirá al Consejo que le diga en qué condiciones puede continuar su actividad cultural, pues no entiende que pueda hacerlo en unas condiciones, pero no en otras.