A 'Rapa' más mediática

Llegada de los caballos al curro, ayer en A Capelada.
photo_camera Llegada de los caballos al curro, ayer en A Capelada.
A Capelada revivió ayer su Rapa das Bestas, una tradición que acusa la falta de relevo generacional entre los “besteiros”, pero que ha encontrado un importante aliado en una serie de televisión que ya avanza su segunda temporada

Hay doble ración de rapa en la comarca de Ferrol en general y en Cedeira en particular. La tradición devolvió ayer a miles de ojos curiosos un espectáculo que el audiovisual ha relanzado desde el estreno de la serie “Rapa”. La producción de Movistar Plus+ y Portocabo situó el foco sobre la salvaje sierra de A Capelada, en su tramo entre la villa cedeiresa y el limítrofe ayuntamiento de Cariño. 

A solo once días de que se estrene la segunda temporada del trabajo que protagonizan Javier Cámara y Mónica López, centrado principalmente en esta entrega en la ciudad ferrolana, el ritual de agrupar a los caballos que pasan todo el año en los montes de la zona sobrecoge y devuelve a siglos pasados, a modos de hacer y vivir casi olvidados.

Los artífices del logro que supone mantener vigente esta labor son los besteiros, que reúnen a los animales salvajes para su registro, cortar sus crines y retirarles cualquier parásito. Una jornada de trabajo que es todo un fin de semana de fiesta, a la que se llega gracias a la cartelería informativa instalada en vías de pronunciada pendiente por la asociación San Andrés Eventos, impulsora de una versión cada vez más conocida de esta costumbre.

La bajada de las bestias hacia el curro de A Capelada sirve de inicio a la mañana del domingo, aunque la parte legal y sanitaria del proceso ya se activó el sábado, día que concluyó con música y cena popular.

Los espectadores que “Rapa” situó alrededor del cercado durante el hipnótico desfile de los caballos, una de las escenas más señaladas de la primera temporada de la serie, son esta vez vecinos y personas vinculadas con esta actividad, pero también hay cada vez más visitantes.

A las puertas del verano, cortar las crines de los ejemplares es un trámite para los besteiros, pero una estampa que va de curiosa a sorprendente para quienes lleguen de lejos o para oriundos de la zona. La renovación de ese entramado de madera que hace las veces de escenario estelar ha sido sufragada en las últimas semanas por la filial de energías renovables de Endesa, que ha aportado 20.000 euros para una actuación que saluda el ganadero Manuel Durán.

Siete kilómetros

“Nos posibilita mantener la rentabilidad de este negocio”, apunta sobre el elevado coste que supone para el colectivo el mantenimiento de la estructura, golpeada por los duros inviernos de A Capelada.

Cerca de 200 cabezas de ganado completan los siete kilómetros que separan la garita de Herbeira del propio curro, un procedimiento posible por la contribución directa de unas 40 personas.

Cortar las crines o desparasitar a los caballos son pasos imprescindibles para que los ejemplares estén saludables y puedan afrontar la inminencia del período estival. Y todo, bajo el liderazgo de Jorge Bellón, presidente de la asociación San Andrés Eventos, que dirige la fiesta desde el año pasado y tras otros dos de parón por la crisis sanitaria.

La palabra “éxito” sale por su boca al hablar de organización y respuesta del público, pero también admite la dificultad para el relevo generacional. Una tradición que si no “sientes te quedas en casa”, reconoce, y también que la serie que lleva el nombre de la cita es una “excelente promoción”.

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