Galicia

Pomar asegura que "todo está preparado" para el nuevo curso

Alumnos de segundo de bachillerato asisitiendo a clases voluntarias durante la crisis del coronavirus.
photo_camera Alumnos de segundo de bachillerato asisitiendo a clases voluntarias durante la crisis del coronavirus.
La oposición reprocha el protocolo de Educación a "coste cero" dispuesto por los populares

n n n  La conselleira de Educación en funciones, Carmen Pomar, admite que "no va a ser un curso fácil",  pero garantiza que está "todo preparado" para ofrecer una enseñanza de calidad y con seguridad frente al coronavirus. En declaraciones a los medios de comunicación tras reunirse ayer conlos rectores gallegos, la responsable de Educación señaló que el próximo curso será "complejo y diferente" para todos aunque ya se ha trabajado para que se vuelvan a impartir clases de modo presencial. Al mismo tiempo, defendió que "es necesario para el alumnado de Galicia y los docentes poder volver a la enseñanza presencial", "salvo que la situación sanitaria cambie y se agrave en las próximas semanas". 
A la pregunta de si la Federación de Anpas de Pontevedra dejará de gestionar los comedores y el Plan Madruga, Pomar dijo que "esto no va a implicar que se cierren todos los comedores de la provincia de Pontevedra, sino que afecta más a la ciudad de Pontevedra". "Parece que hay una negativa por parte de esta federación de abrir en septiembre", indica. "Por la parte que nos toca, nosotros nos comprometemos a seguir gestionando este 70% de comedores escolares", deja claro la conselleira.

CONTACTO CON DIRECTORES
Pomar llama a "colaborar entre todas las administraciones y organizaciones" educativas para que todo pueda estar organizado a partir de septiembre, pues opina que el hecho de no estar en las aulas presencialmente "agrava las diferencias que pueden venir por causas sociales o económicas"
Tras una nueva reunión esta semana con la junta autonómica de directores, agradeció su "compromiso", mientras destaca que "es muy importante mantener este contacto" para analizar "cuáles son sus preocupaciones e inquitudes", al tiempo que se recogen sus sugerencias para "saber más de cerca cuál es la situación de los centros". En este sentido, Carmen Pomar considera que esta junta autonómica de directores es "un órgano que nunca tomó tanta fuerza como en esta crisis del covid-19". Los propios equipos directivos le comunicaron el jueves que "tenían todo preparado". Se refiere al caso de centros de Vigo que le trasladaron que, a pesar de situaciones "complicadas" por el protocolo en centros de "cierto alumnado", estaban "dispuestos a asumirlo".
Asimismo, Pomar también indicó que en el protocolo de la Xunta, "uno de los más exhaustivos", no se contempla la posibilidad de abrir aulas fuera de los centros como si había apuntado la misitra Celaá en el caso de que "fuera necesario". No obstante, sí se contempla la posibilidad de modificar los espacios, de tal forma que se creen centros diáfanos, donde  todos los espacios pueden ser educativos, desde un corredor hasta un salón de actos".
Paralelamente, en un contexto de protestas en las últimas semanas de profesorado y sindicatos que critican el protocolo de la Xunta, BNG y PSdeG solicitaron en la Diputación Permanente del Parlamento, con el apoyo del Grupo Común da Esquerda, la comparecencia de la conselleira en funciones para explicar el protocolo del próximo curso, una petición que fue rechazada por el PPdeG, entre otras cuestiones, por estar entre periodos y porque la titular del ramo está en ese periodo transitorio. El portavoz del PP, Pedro Puy defendió que la conselleira está en funciones y que la Xunta acudirá a la cámara cuando esté elegido el nuevo gobierno, pues, por el momento, el protocolo cuenta con el rechazo de la comunidad educativa y de toda la oposición, por ser un documento "a coste cero" para implementar las medidas que, sin una inversión en recursos económicos y humanos, no ven factible. 

Los rectores apuestan por una "presencialidad con garantías"

El rector de la USC, Antonio López, explicó que se perfilaron "las distintas alternativas", dado que las cosas "cambian de un día para otro" y se contemplan "diversos escenarios". En línea general, se apuesta por "mantener una presencialidad segura, con garantías", pero avisa de "a ver qué pasa de aquí al 21 de septiembre". Y es que "depende de si hay un brote en un sitio o si hay distintos escenarios". Aunque reconoce que va a haber dificultades para los centros, confía en recuperar la normalidad.
Sobre el convenio de la Xunta de 3 millones de euros para cubrir las necesidades de las universidades por la pandemia, Antonio López sostiene que cada universidad lo destinará a la previsión que contemple más necesaria, pues "se están generando unos gastos excepcionales". Asimismo, el rector de la UDC, Julio Abalde,incide que también se tiene en cuenta una respuesta a una posible situación de confinamiento total, con las distintas intensidades de formación "híbrida" contrempladas, entre presencial y telemática, pero, tanto él como Antonio López, abogan por iniciar el próximo curso apostando por la máxima “presencialidad” que sea posible. 

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