Galicia

La nueva reunión sobre Alcoa continúa sin despejar el futuro

Exterior de la planta de Alcoa en el municipio lucense de San Cibrao.
photo_camera Exterior de la planta de Alcoa en el municipio lucense de San Cibrao.
La plantilla sólo logra “arrancar" al Gobierno el compromiso de mantener nuevos encuentros
n n n Los trabajadores de la planta de Alcoa San Cibrao, en Lugo, confesaron su frustración ayer porque de la reunión telemática celebrada por la tarde esperaban escuchar que el Gobierno intervendría la planta y no ha sido así, por lo que el único compromiso que han "arrancado", como comunicaron a la prensa, es la celebración de otro encuentro dentro de una semana, o antes si Alcoa mueve ficha con el ERE. El presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, indicó a la prensa que la plantilla sigue reclamando al Ejecutivo que se "aceleren" los trámites para la nacionalización y por tanto las consultas con los servicios jurídicos de España y Europa.
"Necesitamos más concreción de calendarios y fechas", esgrimió, y recordó que hay un compromiso de la administración para que las cubas no paren en la única fábrica de aluminio primario que queda en España y que la palabra dada ha de cumplirse. "Hasta que no tengamos concreciones por escrito, no tenemos nada", insistió Zan, que  calificó de muy sacrificada la espera, conocedor de que todavía faltan "pasos duros", como saber qué determina la propietaria sobre el despido colectivo permanente y, si las autoridades esperan para posicionarse hasta que eso ocurra, cómo transcurrirá la fase siguiente.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ayer que, si existe evidencia de incumplimientos por parte de Alcoa, le van a solicitar que devuelva todas las ayudas públicas que ha recibido y afirmó que esperan poder ejercer toda la presión posible para que Alcoa cambie de actitud. Por su parte, el vicepresidente económico de la Xunta y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, aseguró que si Alcoa toma la decisión de presentar el ERE para la planta de aluminio primario de San Cibrao, que podría dejar en la calle a 534 trabajadores, “automáticamente” se producirá una respuesta de la Administración “por la vía judicial para defender los puestos de trabajo”.
Alcoa ya vendió el año pasado al fondo suizo Parter Capital las plantas que tenía en Avilés y A Coruña, después de un largo proceso que arrancó a finales de 2018 cuando la multinacional estadounidense anunció su intención de cerrar las dos fábricas, que justificó por los altos costes de la electricidad en España, la necesidad de hacer fuertes inversiones en las plantas y la difícil coyuntura en los mercados de aluminio. Pero Parter Capital no tardó en deshacerse de las dos plantas de Alcoa, adquiridas por el Grupo Riesgo ya bajo la denominación de Alu Ibérica.
El grupo garantizó en principio el mantenimiento del empleo y anunció una inversión de 250 millones en cinco años en las instalaciones, pero los trabajadores han pedido al Gobierno que les intervenga. n 

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