María Jesús Lamas: "No hay un vacuna buena o mala, sólo tiene que cumplir con el suministro"

La farmacéutica María Jesús Lamas.
photo_camera La farmacéutica María Jesús Lamas.

La Academia Médico-Quirúgica clausura hoy el curso con la participación de María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que hablará sobre la amenaza futura a la salud pública, la resistencia antimicrobiana. La farmacéutica habla de cómo le ha afectado el covid y analiza la campaña de vacunación en España.

¿Por qué la resistencia antimicrobiana es una de las amenzas a la salud pública?

Antes de la pandemia, que ha demostrado nuestra vulnerabilidad, la mayor amenaza era la aparición de patógenos multirresistentes para los que no hubiera antibióticos. En España, cada año fallecen más de 4.000 personas por ello. El informe O’Neill, encargado a un economista con apoyo de otros expertos del ámbito de la salud, revela que podría ser la causante de 10 millones de muertes  al año en 2050 y acabará con la vida de 300 millones de personas en los próximos 30 años. Las infecciones volverían a ser enfermedades malditas, como antaño. Este problema acarreará costes que rondarán los 80 billones de euros. Es una amenaza a la salud, pero también al sistema socioeconómico y, para controlarlo, existen redes de vigilancia que se fijan en los virus capaces de saltar de animales a personas, como probablemente pasó con el covid.

¿Aumentó el consumo de antibióticos desde el inicio de la pandemia?

Uno de los ejes estratégicos de la AEMPS es la vigilancia de consumo de antibióticos y de la aparición de resistencias. El empleo de antibióticos era ascendente hasta 2014, cuando lanzamos el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos, se corrigió y descendió. El año más acusado fue en 2020 y se debe a una reducción de su empleo en Atención Primaria. En el caso de los hospitales aumentó hasta abril, cuando no se sabía cómo tratar exactamente a pacientes de covid, y empezó a disminuir. Hubo miedo a que se abusase de antibióticos y apareciesen resistencias. La Organización de la Salud (OMS) llamó la atención para que no ocurriese y nosotros hicimos recomendaciones para evitarlo el abuso, pero parece que no sucedió nada.

Las vacunas han adquirido una importancia sin precedentes. ¿Es normal que haya tantas dudas en torno a ellas?

En general, en España hay mucha confianza y percepción de seguridad en las vacunas. Los programas de vacunación tienen coberturas altísimas y la OMS nos pone como ejemplo. Este año es excepcional y se ha convertido en una herramienta no solo farmacológica, también en el principal factor de recuperación económica y social. Esto provoca que no solo profesionales del sector sanitario estén pendientes de ellas. A veces, esto origina ruido y distorsiona los mensajes, pero creo que es una reacción natural.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó el uso de AstraZeneca en las segundas dosis de menores de 60. ¿Qué posición tiene la AEMPS?

No hay ninguna posición en contra de lo que ha dicho la EMA. Yo creo que hay cierta confusión con lo que le corresponde decir a estos organismos. La EMA dice en su ficha técnica sobre las vacunas que están indicadas para la prevención del covid y que se usarán siguiendo las recomendaciones oficiales. Esto atiende a la posición de los servicios de Salud Pública de cada país, que adoptan las recomendaciones tras haber analizado las evidencias científicas. En el caso del covid, se encuentran con una vacuna que muestra ciertos riesgos de trombosis, especialmente en los jóvenes que menos se benefician de la vacunación al pasar una enfermedad menos grave, cuyo beneficio-riesgo es favorable. Por ello, la vacuna sigue autorizada y las agencias no la contraindicamos, pero viendo el riesgo, buscamos otra con la que sea aún mejor, que en este caso es Pfizer. 

Y la población se está inclinando más por AstraZeneca…

Las personas no deberían tener que elegir qué vacuna se ponen, para eso están las estrategias de vacunación. La nuestra está aprobada por el Consejo Interterritorial y se basa en las recomendaciones de la Ponencia Técnica de Vacunas, que sugirió que las segunda dosis de AstraZeneca en menores de 60 se pusiesen con Pfizer. Con todas las controversias, se decidió que solo una persona que quiera expresamente recibir AstraZeneca siendo conocedor de su riesgo, se la ponga.  Las personas no tienen que elegir, deben ponerse Pfizer, que es la de menor riesgo para los más jóvenes. No voy a decir que sea la mejor medida, pero tampoco es extraña.

¿Por qué hay una concepción de que Pfizer es la mejor vacuna?

Yo solo puedo hablar basándome en los datos. Pfizer es una de las primeras vacunas autorizadas, junto con la de Moderna, que muestra una eficacia entre el 90-95%. La siguiente fue la de AstraZeneca, con una efectividad del 70% y muy variable entre jóvenes y mayores, a estos últimos no se les tuvo en cuenta en el ensayo clínico. En su momento se aprobó con mucha incertidumbre, llegó tres meses más tarde que en el Reino Unido, y en Estados Unidos no está autorizada. Janssen es la más reciente y es la de menor recorrido hasta ahora. Las vacunas no tienen que ser solo evaluadas, estudiadas y autorizadas o alcanzar un balance beneficio-riesgo favorable, también necesitan una cadena de suministro solvente, que no falle y pueda hacer producciones masivas. Pfizer ha podido proporcionar vacunas sin fallos, mientras que AstraZeneca tienen una cadena de suministro que no es solvente y no está cumpliendo con los compromisos contractuales. Janssen también está dando problemas. Con todo esto, no creo que haya una vacuna buena o mala, pero sí unas que son igualmente seguras y además garantizan más suministros que otras. Todo esto hace que el público tenga una percepción favorable de Pfizer. 

Viendo los avances de la campaña de inmunizaciñon y su efectividad. ¿Estamos cerca del final de la pandemia?

Cuanto más avance la campaña de vacunación, más cerca estamos. Aun así, no podemos olvidar que la pandemia no se podrá controlar mientras no haya una vacunación global y todo el mundo esté inmunizado. Este es un reto importantísimo, no podemos pensar solo en avanzar individualmente como país, tenemos que hacerlo también en términos globales. Si el virus circula, las probabilidades de que aparezcan variantes resistentes a las vacunas son mayores.

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