Ourense

Jácome tapona el futuro de Ourense tras abocarla a la ingobernabilidad

OURENSE (PRAZA MAIOR). 07/09/2020. OURENSE. Seguimento do alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, e dos concelleiros do grupo de goberno do Concello de Ourense. FOTO: ÓSCAR PINAL


Gonzalo Pérez Jácome
photo_camera Gonzalo Pérez Jácome

La actividad institucional sigue en mínimos en el arranque de un curso político clave para impulsar proyectos pendientes

El arranque de un curso político que se antojaba clave para poner en marcha el motor de la ciudad de Ourense, por primera vez con dinero disponible y una mayoría suficiente para activar proyectos, se ve claramente amenazado por la cerrazón que está demostrando el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, tras quedar en evidencia que la mayoría de su partido ya no confía en él, viéndole incapaz de guiar el rumbo del Concello por la clara sospecha de irregularidades en la gestión de los fondos económicos que percibe Democracia Ourensana –ya ha sido denunciado ante la Fiscalía–, a las que el vicepresidente de la formación y edil en la Corporación, Manuel Álvarez, añade también malas prácticas a la hora de activar los procedimientos administrativos del día a día en el consistorio.

La tensión en el edificio de la Praza Maior es evidente desde hace tiempo, como se ha reflejado en las reuniones de la junta de gobierno, y el pleno del viernes, el primero desde que estallase la crisis, amenaza con convertirse en una bomba de relojería de consecuencias imprevisibles por la evidente ruptura en el seno de DO, con Jácome sin más apoyos que el de su número dos, Armando Ojea; y el PP evitando pronunciarse sobre la crisis abierta en sus socios de gobierno. En unas declaraciones a Radio Ourense, una de las críticas con Jácome, María del Mar Fernández Dibuja, no escondía que la sesión plenaria del viernes será de alto voltaje.

Actividad en mínimos
Este escenario de ingobernabilidad provocado por Jácome deja una actividad institucional en mínimos, como reconocen fuentes próximas al alcalde ourensano, que ha decidido rodearse del "city manager" que contrató por más de 85.000 euros anuales y de un puñado de los muchos asesores que tiene en su gabinete para aferrarse al sillón de la Alcaldía mientras se ve cada vez más acorralado por las presiones de los ediles críticos para que haga un ejercicio de transparencia con unas cuentas que cada vez ponen más en entredicho, cifrando en más de 735.000 euros las cantidades gestionadas por Jácome sin dar explicaciones al partido. Con todo, pese a insinuar una posible retirada de competencias a los díscolos, no se ha atrevido por el momento a dar ningún paso en ese sentido.

Aunque el regidor continúa trasladando que se verán avances en la ciudad "próximamente", a menos de cuatro meses de que se cierre el ejercicio todavía no se ha licitado un solo proyecto de obra pública –pese a grandilocuentes anuncios–, con el edil Manuel Álvarez apuntando que Jácome no ha dudado en frenar proyectos ya avanzados sin argumentos técnicos mientras promete carriles bici por toda la ciudad, túneles en Concepción Arenal, la sustitución de los contenedores soterrados o piscinas y parques por los barrios.

Asimismo, las principales concesiones administrativas continúan sin visos de renovarse a corto plazo, a la espera de que haya avances en el obsoleto servicio de transporte público, el abastecimiento y el saneamiento o la regulación del aparcamiento, entre muchas otras. Mientras, también se agota la paciencia también de los autónomos y pequeños empresarios, que llevan escuchando desde marzo que contarían en poco tiempo con las ayudas prometidas por Jácome, que no ha sabido encontrar la solución prometida para abrir de una vez la Plaza de Abastos de A Ponte.

Trabas
Los arrebatos del alcalde están suponiendo también un freno al impulso del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), un documento que sigue a expensas de la aprobación definitiva bajo la batuta de la edil de Urbanismo, Sonia Ogando, que periódicamente se encuentra con comentarios en las redes sociales de Jácome cuestionando aspectos del planeamiento y poniendo líneas rojas como un rascacielos en Mariñamansa.

Por otro lado, la obsesión del regidor por sacar adelante el centro de inteligencia artificial, eligiendo La Molinera  tras aprobar otro sueldo más en un cargo directivo, ha supuesto dinamitar una de los proyectos exitosos del pasado mandato, en el que el centro acogió numerosas actividades innovadoras que ahora quedan en el limbo por una iniciativa sin garantías de éxito. Un capítulo más de una historia con un final cada vez más negro.

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