La primera reunión entre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el nuevo delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, transcurrió, según ambos, con “buena sintonía” y “excelente tono”, pero, con todo, puso en evidencia discrepancias respecto al reparto de fondos europeos y avances en infraestructuras.
Tras la reunión en las dependencias de la Xunta en San Caetano y que duró apenas una hora, Rueda y Besteiro comparecieron por separado ante los medios.
Respecto a fondos europeos, Gómez Besteiro puso el foco en el “toque de atención” dado por el Consello de Contas de Galicia a la Xunta a través de un informe de fiscalización sobre las medidas para implantar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, pues el organismo pide un mayor seguimiento a los planes y proyectos aprobados.
Se trata de “un toque de atención que no es menor y debe tenerse en cuenta”, ha expuesto el delegado del Gobierno, que cree que hay que pasar de planes a “realidad” y ha exigido “agilidad” puesto que el Ejecutivo permite a las comunidades “gestionar la mitad de los fondos conseguidos por Pedro Sánchez”.
Gómez Besteiro asegura que el Gobierno permite a Galicia gestionar 1.400 millones de euros y que el objetivo es que “no se pierda ni un solo euro” por lo que “también es necesario que la Xunta concrete la aportación de fondos propios” al igual que hacen otras comunidades.
Frente a ello, Rueda remarcó que las empresas que quieren invertir en Galicia “saben del compromiso de la Xunta”, pero lo que no puede pretender el Gobierno es “ahora decir que van a movilizar dinero en función de lo que hagan otras administraciones”. Al presidente gallego, dijo, “no le vale el discurso” ofrecido por el Estado, que pide concreción, y, así, recordó que los grandes proyectos que propone Galicia llevan “mucho tiempo encima de la mesa” mientras que “lo único que se nos dice es que tenemos que esperar”. A su juicio, no sirve que anuncien que el reparto se realizará “dentro de los Pertes industriales, que nunca llegan y que están desesperando a los grandes inversores que quieren hacer proyectos potentes en Galicia”.
En materia de infraestructuras, ambos expresaron sus diferencias, al entender Rueda que hay falta de compromiso por parte del Gobierno, una cuestión que niega Gómez Besteiro.
Alfonso Rueda insiste en que sí son muchos los “compromisos pendientes” en materia de infraestructuras por lo que ha pedido a Besteiro diligencia para solucionar las obras del viaducto de la A-6 y para desatascar la transferencia de la titularidad de la AP-9.
Besteiro ahonda a su vez en que la reparación de la A-6 depende de cuestiones técnicas y no económicas y, sobre la AP-9 ha recordado que fue el PSOE el partido que “planteó la posibilidad de debatir sobre la titularidad” y el que permite las bonificaciones de los peajes “directamente a través de los fondos propios”.
En otro orden de cosas, Rueda también le trasladó la “necesidad de tener, ya no digo certezas, sino información sobre la puesta en funcionamiento de los trenes Avril” y alguna noticia del comisionado del Corredor Atlántico ya que no han tenido “absolutamente ningún” contacto con él desde su nombramiento en enero.
La agenda común entre ambas instituciones es amplia y variada por lo que el delegado del Gobierno propuso al presidente gallego “encuentros trimestrales o en todo caso periódicos” a fin de tener un “canal de comunicación fluido”.
El presidente gallego señaló que acepta mantener estas reuniones “lógicamente si es para avanzar y hacer seguimiento de los temas”.
