Galicia

Feijóo afirma que Cs "cambia de opinión demasiadas veces"

Feijóo y Paco Vázquez, saludándose.
photo_camera Feijóo y Paco Vázquez, saludándose.
El líder del PPdeG recuerda que Ciudadanos fue el germen de la moción de censura contra Rajoy

 El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avisó ayer a Ciudadanos de que no puede "utilizar el vehículo" del Partido Popular para lograr escaños en el Parlamento gallego en las elecciones del 5 de abril y luego "desunir a los cinco minutos" para forzar tener un grupo propio. Además, expresó sus reparos hacia el partido naranja asegurando que "cambia de opinión demasiadas veces" y que fue el "germen" de la moción de censura contra Mariano Rajoy.
Feijóo se pronunció así en un desayuno informativo, al que asistió el líder del PP, Pablo Casado, justo minutos después de que la portavoz de Cs, Inés Arrimadas, hubiera instado al PP en una entrevista en RNE a intentar sumar en Galicia con una fórmula que garantice la "autonomía" de la formación naranja y que no les "absorba".

En su intervención, Feijóo recalcó que "si el objetivo es unir, no se puede desunir a los cinco minutos", dado que, según reseñó, los gallegos no les perdonarían que lo que ha motivado "la unidad y la estabilidad política" se convierta poco después en "división e inestabilidad". En un momento en que está abierto el plazo para negociar las listas electorales para las gallegas, Feijóo insistió en que lo que no puede pasar es que Cs apele al "paraguas de la unión y la estabilidad" y finalizado el periodo electoral "constituir un grupo independiente".

Una buena noticia

El presidente de la Xunta admitió que el acercamiento entre PP y Cs es "una buena noticia" pero recordó que es un partido que "cambia de opinión demasiadas veces". De hecho, recordó que el "germen de la moción de censura contra el Gobierno" de Mariano Rajoy fue Ciudadanos.
Sin embargo, dijo que seguirá hablando con Cs "hasta el final". "En lo que de mi dependa y el partido me pida, intentaré que fructifiquen en los próximos meses acuerdos sólidos, leales y sinceros entre Cs y el PP porque creo que es bueno para nuestro país", manifestó.
Feijóo agradeció al partido naranja que haya dicho públicamente que quiere que él sea el presidente de la Xunta de nuevo. "A todos aquellos que les interesa la unidad, la moderación, el entendimiento y la estabilidad, debemos darnos la mano y caminar juntos", agregó.

Sobre Vox, no prevé que consiga escaños en el Parlamento gallego en los comicios de abril y recordó  que no tiene ni un solo concejal. "Honradamente creo que esta formación política no va a tener representación política", dijo, para añadir que si lo que se quiere es que él se vaya de la Xunta se "puede votar a esa formación".

Pese a las múltiples preguntas de los periodistas sobre la crisis interna abierta entre Génova y el PP vasco -que el moderado rehusó formular alegando que eran 27-, Feijóo no quiso entrar en este asunto, que terminó con la designación de un nuevo candidato a lehendakari, Carlos Iturgaiz, en sustitución de Alfonso Alonso.
Tras asegurar que Galicia no es del PP sino que el PP "es de Galicia", subrayó que la comunidad está "por encima de cualquier partido político", incluido el suyo, lanzando así un mensaje velado a Génova.

A diestra y siniestra

Feijóo cargó tanto contra el nacionalismo independentista y el "antinacionalismo de cuño reciente que no admite otra forma de ser español que no sea la suya", en alusión a Vox. Afirmó que ambos "cometen el mismo error" de pensar que ser "gallego y español es incompatible" mientras que el PP cree en las "identidades incluyentes que suman y multiplican, en lugar de restar y dividir".
Tras asegurar que si logra su cuarto mandato se propone "volver a emprender" y emprender nuevas acciones en una tierra que es "futuro", el líer gallego apeló al diálogo, la moderación y el encuentro, que es "antagónico a la política de bloques" que hay en la política nacional". 
La conferencia fue presentada por el exalcalde de A Coruña, el socialista Paco Vázquez, que puso en valor los logros de Feijóo en Galicia, sus puertas abiertas al diálogo y su lealtad institucional, algo que, según dijo, le convierte en "una anomalía o excepción". 

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