El crimen de Samuel espera justicia doce meses después

Mural dedicado al joven elaborado por el artista Orde Caos.
photo_camera Mural dedicado al joven elaborado por el artista Orde Caos.
La Policía estudia los mensajes de los detenidos tras la autorización de la justicia estadounidense

Hoy se cumple un año de la muerte de Samuel Luiz, el joven de 24 años que falleció en A Coruña en la madrugada del 3 de julio de 2021 tras una brutal paliza en el paseo marítimo coruñés, a la salida de un local de ocio. El caso sigue a la espera de juicio por cuestiones pendientes en este procedimiento, según confirmaron fuentes próximas al caso. Apuntaron al retraso en una autorización solicitada a la justicia estadounidense. Su fin es poder acceder a mensajes borrados en redes sociales por los detenidos, según la investigación.

Por parte del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, se hizo en su momento un requerimiento a tal efecto y, a su vez, Estados Unidos le pidió información para determinar si permitía al acceso a mensajes en redes como Instagram o WhatsApp. Esta misma semana se conoció que Estados Unidos respondió de forma favorable a esa petición. Los datos recibidos están ya en poder de la Policía Nacional, que procederá a su análisis. Ahora se espera a que emitan un informe.

 

TRES DETENIDOS EN PRISIÓN

De manera paralela, las defensas lograron que se admita la remisión a este mismo juzgado de lo relativo a la causa de los dos jóvenes que eran menores en el momento de los hechos, los únicos que están ya condenados tras un acuerdo alcanzado entre las partes personadas. Esta petición la plantearon abogados de la defensa para conocer las declaraciones aportadas; el procedimiento que juzgó a estos dos jóvenes se siguió de forma distinta porque eran menores en el momento de los hechos, motivo por el que ingresaron en un centro de menores. Ahora se encuentran cumpliendo una medida de internamiento en régimen cerrado tras aceptar tres años y medio de condena por asesinato.

Otras cinco personas se encuentran a la espera de juicio. Tres de ellas están en prisión preventiva tras los hechos -se les denegó su puesta en libertad- y otros dos, un hombre y una mujer, se hallan en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado. Tanto la Fiscalía como las acusaciones consideran los hechos como constitutivos de un delito de asesinato. Además, a uno de ellos se le atribuye también un delito de robo con violencia tras quedarse presuntamente con el móvil de Samuel.

Los jóvenes fueron detenidos en el marco de una investigación policial que no descartó, durante el desarrollo de la misma, ninguna hipótesis sobre el motivo de lo sucedido. Una de ellas, que se tratara de una agresión homófoba, sobre todo tras constatarse que hubo insultos de esta índole durante la paliza que le ocasionó la muerte. Remitiéndose a los resultados de la autopsia practicada, la Policía Nacional sostuvo que que Samuel Luiz “murió por un fallo multiorgánico” como resultado de “muchísimos golpes”, sin uso de armas, y desechando que hubiese fallecido “por un navajazo”. No obstante, en un vídeo del que no se concretó la fecha de su grabación y que los investigadores trasladaron al juzgado, aparecían los detenidos con armas como machetes y bates.

De acuerdo con la investigación, el desencadenante de la letal paliza pudo ser una videollamada que Samuel y una amiga mantuvieron con otra persona; y que originó reproches por parte de uno de los detenidos al creer que le grababan, y desembocó en la agresión. Dos hombres de nacionalidad senegalesa intentaron ayudarle sin éxito.

El jurado decidirá si se aplica el agravante de crimen homófobo

Los mensajes que estudia la Policía Nacional, solicitados a la justicia estadounidense, son la pieza clave para remitir un último informe al juzgado. Es probable que este documento sirva para dar por finalizada la fase de instrucción, a la espera de lo que aleguen las partes antes de que se proceda a la apertura del juicio oral. La instrucción es muy detallada, ya que los investigadores fueron capaces de reconstruir el recorrido del grupo que participó en la paliza aquella noche, una reunión posterior que mantuvieron en otro punto de la ciudad para hablar de lo sucedido, e incluso algunos de los comentarios realizados por los supuestos autores del crimen. Para ello se sirvieron de los datos de las cámaras de la ciudad, los de los móviles de los investigados y los testimonios de aquel día.

Será ya durante la fase del juicio oral en la que las cinco personas a la espera de juicio se sentarán ante un jurado popular. Éste estará compuesto por nueve miembros que determinarán una de las principales cuestiones del caso, la de si se trató de un crimen homófobo. Durante la investigación aparecieron indicios relativos a comentarios en los que algunos de los procesados habrían manifestado su odio a los homosexuales, algo que apunta al componente homófobo de la paliza. Aún así, este agravante tendrá que ser demostrado y deberá contar con al menos siete votos de entre los nueve miembros del jurado. Será entonces cuando el tribunal lo considere probado.

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