“Democracia 2.0”. Así define el socialista José Manuel Braña, alcalde de Negueira de Muñiz (Lugo) desde hace 20 años, el modelo electoral de su localidad, la de menor población de Galicia, que permite a sus vecinos elegir el alcalde y al resto de la corporación municipal, que conforman cinco concejales, mediante un modelo de listas abiertas.
“Si las elecciones municipales siempre son personalistas, las de Negueira aún lo son más. Más que nunca se puede decir que aquí se vota a la persona”, comenta el regidor, quien vuelve a concurrir como candidato socialista en una papeleta en la que comparte espacio con otros cuatro compañeros socialistas, tres de Negueira Viva (NV) y una aspirante del PP.
De tipología similar a la que se utiliza para elegir representantes en el Senado, la papeleta divide en las tres candidaturas y al lado de cada nombre aparece una casilla en la que se puede poner una cruz.
La ley electoral recoge que, para ayuntamientos de entre 101 y 250 residentes -el censo que se tuvo en cuenta para los comicios aún situaba Negueira por debajo de los 250, aunque, según el alcalde, la situación ha cambiado- cada formación podrá presentar una lista como máximo de cinco nombres.
Presentar cinco aspirantes, con Braña en primer lugar, es la opción del PSOE; pero la “lista” del PP, por ejemplo, la conforma una única candidata. En el caso de Negueira Viva, inicialmente eran cuatro los integrantes de la candidatura, pero Laura Lledín, quien además la encabezaba, tuvo que renunciar por incompatibilidad, al ser jueza de paz sustituta.
A la hora de acudir a las urnas, la ley electoral recoge que los vecinos podrán marcar en cada papeleta un máximo de cuatro votos. Posteriormente, se efectuará el recuento de votos obtenidos por cada candidato en el distrito, ordenándose en una columna las cantidades representativas de mayor a menor.
Serán proclamados electos aquellos candidatos que obtengan mayor número de votos hasta completar el número total de concejales a elegir en función de la población -cinco en el caso de Negueira y de todos los ayuntamientos de entre 101 y 250 habitantes que tengan este modelo (un caso en el que, según ha indicado el regidor de Negueira, se encuentra también una localidad vecina en Asturias: Pesoz)-.
Si hay un empate, se resuelve por sorteo; y en caso de fallecimiento, incapacidad, o renuncia de un concejal, la ley electoral señala que la vacante será atribuida al candidato siguiente que más votos haya obtenido.
Dado el tamaño del municipio, el actual alcalde ha incidido en que los vecinos se conocen “todos”, extremo que también comparte la aspirante popular, Sonia López, quien ha destacado el valor de la “elección directa” y coincide en que “se prioriza a la persona”. También comparten, en todo caso, la visión de que “las siglas importan”.
Además, el regidor advierte que estos podrían ser los últimos comicios en los que los vecinos de Negueira pueden elegir a sus representantes locales en listas abiertas porque, según los últimos datos censales de los que dispone, la población ha aumentado y se han superado los 250 habitantes. Si se mantiene la población, en 2027 las listas ya serán cerradas.
En todo caso, quedará el espacio para la anécdota. Y es que el regidor esgrime que es “muy mala idea”, con un modelo de listas abiertas, optar por aspirantes “paracaidistas”. “Lo hizo el PP una vez, hace unos años, con personas que no estaban ni censadas en el ayuntamiento. ¿Sabes cuántos votos tuvieron? Ninguno”, resume Juan Manuel Braña.
