El Chicle declara desde prisión por la violación de su cuñada

Abuín Gey, en una comparecencia judicial en 2019.
photo_camera Abuín Gey, en una comparecencia judicial en 2019.
La presunta agresión sexual de Abuín Gey se produjo en 2005, cuando la víctima tenía 17 años

José Enrique Abuín Gey, alias el Chicle, compareció ayer de nuevo ante la justicia en una declaración “breve” por videoconferencia desde prisión, de la que no han trascendido detalles, sobre la presunta violación a su cuñada en enero de 2005, cuando la mujer tenía 17 años. Abuín Gey prestó declaración desde el centro penitenciario en el que se encuentra, la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas, donde cumple condena por el asesinato de Diana Quer.

El acto, según señalaron  fuentes judiciales, se desarrolló con normalidad, si bien no trascendió ningún detalle de la declaración, más allá de que ha sido breve. De forma previa a la indagatoria, el Chicle mantuvo una breve reunión -también por videoconferencia- con la letrada que le asignaron de oficio para este caso que, al igual que en el del asesinato de Diana Quer, también es del mismo turno. De este modo, se da cumplimiento al primer trámite después de que se haya decretado el procesamiento de el Chicle al concluir de las diligencias de instrucción practicadas se desprendían “indicios bastantes” de que el investigado realizó “actos atentatorios contra la libertad sexual” de la denunciante.

El auto sostiene que él presuntamente la convenció para llevarla en coche al instituto, pero se desvió del trayecto hasta detener el turismo en un parque del término municipal de Lousame (A Coruña). Una vez allí, según se desprende de las pruebas practicadas hasta ahora, le cogió el teléfono móvil, cerró el coche, la intimidó con un cuchillo o navaja y la obligó a mantener relaciones sexuales.

Tras la presunta agresión sexual, según el auto, la dejó en las inmediaciones del instituto, “no sin antes advertirle de que, si lo denunciaba, mataría a su hermana, a su hija (sobrina de la víctima) y luego iría a por ella y a por sus padres”. Además, le dijo que la había violado por “chivata”, haciendo referencia a que la menor le había contado a su hermana gemela que unos meses antes, en julio de 2004, su marido le había tocado el pecho por encima de la ropa.

LAS PRESCRIPCIONES

La instructora asegura en el auto de procesamiento que los hechos revisten, salvo ulterior calificación, los caracteres de un delito de agresión sexual con penetración vaginal, con la concurrencia de las agravantes de prevalimiento, pues la víctima era su cuñada y tenía 17 años, y de haber cometido la agresión haciendo uso de arma blanca. La juez descarta la prescripción, pues se trata de delitos contra la libertad e indemnidad sexual con víctima menor de edad. En la resolución, recuerda que el término de la prescripción se computa desde el día en que la afectada alcanzó la mayoría de edad, en 2005, por lo que no estaría prescrito hasta 2020, y las diligencias se reabrieron en 2018. Sin embargo, entiende que tanto el delito de abuso sexual  sobre su cuñada en 2004, así como el de amenaza que supuestamente profirió el día de la agresión sexual, prescribieron en 2010. 

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