El expresidente del Gobierno, Felipe González, se mostró muy crítico con la expulsión del PSOE al que fuera líder del PSE Nicolás Redondo Terreros, y recordó que su padre convocó una huelga general contra su gobierno “y nunca se me ocurrió pensar que eso se penalizaba con la expulsión”.
En declaraciones a los periodistas en Sevilla, tras recibir el Premio Iberoamericano Torre del Oro, un reconocimiento por parte de la Fundación Cajasol y la Cámara de Comercio sevillana, González subrayó que “Nicolás Redondo padre me convocó una huelga general siendo parlamentario, por el tema de las pensiones, de la reforma, y nunca se me ocurrió pensar que eso se penalizaba con la expulsión”.
Para el expresidente del Gobierno, que eludió pronunciarse sobre su postura en contra de la amnistía que plantean los independentistas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, esa convocatoria de huelga, a diferencia de lo que pasó con Redondo Terreros, “era una cosa seria, no una opinión”.
En esta misma línea, la consejera de Estado y exidirigente socialista Elena Valenciano lamentó la decisión, recordando que cuando fue vicesecretaria general con Alfredo Pérez Rubalcaba se escuchaban “voces críticas prácticamente todos los días” y que “jamás” pensaron en expulsar a nadie. “La noticia de que un partido expulsa a alguien nunca es una buena noticia”, añadió, destacando que no conoce los motivos por los cuales se llevó a cabo la expulsión de Redondo.
Por su parte, el expresidente socialista de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, calificó como “ilegal” y “cacicada” la expulsión acordada por el PSOE de su exdirigente en Euskadi Nicolás Redondo Terreros. Leguina denunció que a Redondo “ni siquiera” le habían anunciado la apertura de un expediente. “Todo este procedimiento que ha seguido (Pedro) Sánchez es ilegal dentro del propio partido. Hay que hacer un expediente. Es una cacicada de mucho cuidado que está fuera de las normas”, expresó.
Ferraz se defiende
La dirección del PSOE defiende y justifica la expulsión del partido de Nicolás Redondo por su “desprecio” a las siglas socialistas, una decisión que sigue provocando el rechazo de exdirigentes de esta fuerza política que, como Felipe González, afirman no entender esa decisión.
Ayer, solo un día después de hacerse pública la expulsión del partido, fue la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien puso voz a los argumentos de la cúpula socialista. En una entrevista en Radio Nacional subrayó que la participación en una organización política es voluntaria y supone que se aceptan las reglas internas.
“El señor Redondo lo que ha hecho de forma reiterada es una falta de respeto a las siglas de un partido centenario conformado por muchos militantes que cada día pelean por que los valores del socialismo se abran camino”, añadió. Justificó la aplicación de los mecanismos internos ante la actitud de un militante que tiene “un comportamiento no adecuado” y de “desprecio” al PSOE.