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Sánchez ofrece a Torra reunir este lunes la mesa de diálogo

Sánchez y Torra, durante su último encuentro oficial celebrado en Barcelona.
photo_camera Sánchez y Torra, durante su último encuentro oficial celebrado en Barcelona.
La filtración de la fecha crispa a la Generalitat, que reclama acordar el día de forma consensuada

nnn  La fecha de la primera reunión de la mesa de diálogo sobre Cataluña fue motivo de polémica entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que propuso celebrarla el 24 de febrero, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que exigió acordar el día.
Los recelos de Torra y JxCat hacia la mesa de diálogo, que nacerá fruto del acuerdo de investidura que sellaron a principios de enero el PSOE y ERC, se pusieron otra vez de manifiesto, al interpretar el president que socialistas y republicanos intentan cerrar los detalles de este espacio de negociación sin contar con su criterio.
Fuentes de la Moncloa informaron de que Presidencia del Gobierno propuso a la Generalitat que el lunes 24 de febrero se constituya la mesa de diálogo entre gobiernos. Sin embargo, inmediatamente después, el gabinete de comunicación de Torra difundió un comunicado crítico con el anuncio de la Moncloa, en el que recriminaba a Sánchez que haya propuesto "unilateralmente" una fecha para la primera reunión de la mesa de diálogo sin antes haberla "acordado" con el presidente catalán.
"Lamentamos que Moncloa haya anunciado una fecha sin ningún acuerdo ni teniendo en cuenta la agenda del presidente Torra. Su gabinete ya ha trasladado al gabinete del presidente Sánchez la voluntad de acordar una fecha siguiendo el compromiso de los dos presidentes", añade.
Desde el Palau de la Generalitat, confirman que el gabinete de Sánchez contactó telefónicamente con el equipo de Torra "para decir que querían anunciar la fecha del 24 de febrero". Según señala el comunicado del president, "para favorecer el diálogo, se les ha pedido explícitamente comunicarla conjuntamente cuando la fecha estuviese acordada, y no hacerlo unilateralmente".

Diferencias formales
Torra y Sánchez, añade el comunicado, pactaron en su reunión del 6 de febrero en Barcelona que "dos equipos técnicos designados por ellos mismos acordarían la fecha de la mesa de negociación, el lugar de reunión y el orden del día". Pero desde la Moncloa, aseguran en la Generalitat, aún no comunicaron "cuál es su equipo técnico para prepararlo".
Tras la reacción del Govern, fuentes de la Moncloa insistieron  en que lo que comunicaron es una propuesta de fecha, como dijeron desde el primer momento.
En el trasfondo de esta polémica subyacen las discrepancias entre JxCat y ERC en torno a la exigencia de un mediador internacional, que están poniendo en cuestión el calendario de la futura mesa de diálogo sobre Cataluña, hasta tal punto que el Govern no tiene claro que pueda arrancar antes de finalizar este mes de febrero. La cumbre independentista del lunes, convocada por Torra, no sirvió para resolver este asunto: mientras JxCat insiste en que haya un mediador en la mesa, ERC pide no convertirlo en condición sine qua non, a la vista de la negativa tajante del Gobierno de Sánchez.

PP y Cs creen que su celebración es "una prueba más de sumisión"

La portavoz de PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, acusó al Gobierno de dar al "usurpador" Quim Torra y los independentistas "la foto de la rendición de un Gobierno democrático a las posiciones de un grupo de delincuentes" con la constitución de la mesa de diálogo con la Generalitat.
En declaraciones en los pasillos del Congreso, dijo que en sí mismo este ofrecimiento ya es "muy relevante" porque supone dar a estos "delincuentes" la foto de la rendición del Ejecutivo "a sus postulados y posiciones" que es "lo que buscan".
De esta manera se refirió a Oriol Junqueras "un señor que está en la cárcel condenado por sedición, por hacer un asalto a la democracia" y a Torra, "un usurpador", que no debería estar al frente de la Generalitat y cuya agenda debería ser "la de un delincuente de a pie" y no la de un presidente.
Por su parte, en Ciudadanos, el secretario de Acción Institucional de la Gestora de la formación naranja, José María Espejo-Saavedra, afirmó que la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat para hablar del conflicto político en Cataluña supone "una muestra más de sumisión" de Pedro Sánchez a los postulados del presidente catalán, Quim Torra.
Espejo recordó que antes el presidente del Gobierno describía a Torra como "el Le Pen de la política española" y rehusaba reunirse con él. En cambio, ahora, y siendo Torra "un delincuente condenado por la Justicia" por un delito de desobediencia, el Ejecutivo que preside "le hace genuflexiones y reverencias".n

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