El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, manifestó su rechazo a la “acción judicial” que se emprendió contra los dirigentes del procés en Cataluña, al ser preguntado sobre si mantiene su compromiso de traer a España al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para ser juzgado.
Tras reiterar, el respeto por “el trabajo y la labor de la justicia”, en rueda de prensa en Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de la ONU, sostuvo que él siempre defendió que “una crisis política nunca tuvo que derivar en una acción judicial y una judicialización” como la que se produjo con el procés.
Sánchez dijo que cuando se puso en marcha el procedimiento judicial con una querella contra dirigentes del procés, él trasladó su “malestar” al presidente Mariano Rajoy. “En primer lugar, porque no habíamos sido consultados y el PSOE apoyó al PP ante esa crisis constitucional; y en segundo, porque habíamos trasladado a una vía judicial un conflicto que tenía una raíz política”, aseguró.
Por otra parte, Sánchez evitó desmentir al líder de ERC, Oriol Junqueras, y confirmar así si ya está pactada la ley de amnistía con los independentistas catalanes, al tiempo que aseguró que si es reelegido presidente será “coherente” con lo que ha hecho hasta ahora en Cataluña, donde la pasada legislatura concedió el indulto a los condenados del procés, además de eliminar el delito de sedición y de rebajar el de malversación.
“No voy a entrar”
El presidente eludió responder en hasta dos ocasiones para aclarar si el líder de ERC miente al decir que cuando se pactó apoyar al PSOE para que obtuviera la presidencia del Congreso también se acordó la amnistía. “No voy a entrar”, esquivó.
“Las conversaciones pueden ser discretas pero los acuerdos son transparentes”, se limitó a señalar, escudándose en que ahora es el “momento” del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y por tanto él no hablará hasta que este no fracase en su investidura y Felipe VI le designe a él eventualmente como candidato. “Ahí hablaré con total franqueza, con total transparencia, sobre cuáles van a ser las líneas maestras de una hipotética administración liderada por el Partido Socialista”, dijo, adelantando que “será coherente” con lo que se ha venido haciendo en Cataluña.
Respecto al debate en torno a la unilateralidad, por la que también aboga Junqueras, Pedro Sánchez opinó que, teniendo en cuenta que actualmente solo en torno a un 10 u 11% de los catalanes apoyan esta vía, significa que “hay un 90% que lo que quieren es el diálogo, es el reencuentro, es la convivencia y es la concordia. Ahí es donde va a estar el Gobierno de España”, remarcó el presidente en funciones.
Sánchez piensa que la sociedad catalana “ha dicho sí a la política de reencuentro” del Gobierno y volvió a enarbolar el cambio registrado en Cataluña, donde ahora el PSOE, “una fuerza constitucionalista”, es la primera fuerza, y dónde el líder del PSC, Salvador Illa, podría ser el próximo president en las elecciones de 2025.