España

El rey abandonará la Zarzuela tras residir en ella durante más de 57 años

 El Palacio de la Zarzuela dejará de ser la residencia de don Juan Carlos algo más de 57 años después de que se convirtiera en su hogar tras contraer matrimonio con la reina Sofía.
La decisión de don Juan Carlos de abandonar el palacio y trasladarse a vivir fuera de España llega tras el goteo de informaciones sus supuestos negocios ocultos, por los que está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.

Fue en febrero de 1963 cuando don Juan Carlos y doña Sofía fijaron su residencia en la Zarzuela al término de su viaje de luna de miel de varios meses de duración y después de alguno de los enésimos tira y afloja de Francisco Franco y don Juan de Borbón sobre el que se convertiría en rey de España.

El palacio, un pabellón de caza utilizado por los monarcas españoles desde que se construyera en el siglo XVII a instancias de Felipe IV, había sufrido severos daños durante la Guerra Civil.

Franco había ordenado su rehabilitación, y su esposa, Carmen Polo, había tenido protagonismo en su acondicionamiento; en 1962 estaba listo para ser habitado.

Diego Méndez, el arquitecto encargado de su restauración, comentó años más tarde que el edificio estaba totalmente destruido, conservó solo su estructura, y el coste total de la obra rondó los 40 millones de pesetas (240.000 euros).

Además, reveló que Franco le trasladó que ese quería que fuera el lugar donde viviera quien siete años más tarde sería designado su sucesor.

Pero el conde de Barcelona, tras haber accedido a que su hijo mayor se trasladara a España en 1948, deseaba que ahora, tras su boda con doña Sofía, se instalara en la localidad portuguesa en la que él residía, Estoril.

No lo vio con buenos ojos el dictador, que se encargó de hacer llegar el mensaje de que, así las cosas, podría pensar en un sucesor distinto, y don Juan, que aún aspiraba a ser un día el rey de España, accedió finalmente a que la entonces joven pareja se trasladara a Madrid y viviera en ese edificio enclavado en el monte de El Pardo.

Esa era también la opción preferida por don Juan Carlos y la que finalmente se hizo realidad.

La joven pareja hizo algunos cambios en el edificio y empezó a residir en lo que el historiador Paul Preston calificó como su "jaula de oro", ya que estaba aislada y continuamente sometida a vigilancia del régimen. Todo el personal del palacio había sido elegido por Patrimonio Nacional.

Allí siguieron viviendo tras la proclamación de Juan Carlos I y después de descartar otras opciones que se habían barajado, como la de trasladarse al Palacio Real. Pero don Juan Carlos afirmó que nunca pensó instalarse allí. Así lo recoge de su boca el escritor José Luis de Vilallonga en su libro "El rey".

Quería vivir una vida lo más parecida posible a la de una familia normal en la que "olvidar de vez en cuando el peso del Estado", y eso creía que no era posible en el Palacio de Oriente.

"La profesión de rey es agotadora. De vez en cuando hay que poder olvidarla. La Zarzuela es un verdadero hogar, y Oriente no habría podido serlo jamás", pensaba don Juan Carlos.

Afirmaba también que la Zarzuela le gustaba mucho tanto a él como a doña Sofía, porque está "lejos de la ciudad, del ruido, de la contaminación y de las visitas inoportunas".

Esa residencia que ha sido el escenario de hitos en la historia de España, como el mensaje del rey la noche del 23F con el que se frenó el intento de golpe de Estado, siguió siendo el domicilio de don Juan Carlos y doña Sofía una vez que pasaron a un segundo plano con el relevo al frente de la Corona.

Allí tienen sus despachos Felipe VI y doña Letizia y allí se celebran los actos oficiales que protagonizan, pero la pareja real vive desde su boda en mayo de 2004 en el conocido como Pabellón del Príncipe, construido a unos 300 metros de la Zarzuela. Un palacio que ahora, más de 57 años después, dejará de ser la residencia de don Juan Carlos.

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