El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,anunció ayer al presidente del PP, Pablo Casado, que va a "detener el reloj" de la propuesta de reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para poder negociar la renovación con su partido. Sánchezhizo este anuncio tomando la palabra al término del turno de portavoces en el debate de la moción de censura presentada por Vox, aunque la marcha atrás se produce después de las críticas llegadas desde el Consejo de Europa y de la cúpula judicial.
El jefe del Ejecutivo pidió al PP que contribuya a convertir lo que ha sido una "expresión de furia destructiva" en una "moción constructiva" aunque sea "muy a pesar de sus oponentes".
"Señor Casado, renovemos el Consejo General del Poder Judicial, el Defensor del Pueblo, el Tribunal Constitucional, necesitamos entendimiento y diálogo", dijo Sánchez, queretiró el argumento de que ante la incertidumbre que sufre España por la pandemia son necesarias instituciones fuertes.
Así, pidió que, en cuanto termine la votación de la moción, todos los partidos "con responsabilidad de Estado" y especialmente el PSOE y el PP, se sienten a renovar los órganos constitucionales en beneficio de la Constitución, de la democracia y de los ciudadanos.
"Vamos a parar el reloj a la espera de que ustedes se sienten y, después de dos largos años, se avengan a desbloquear la renovación del gobierno de los jueces", ha remachado.
El anuncio de Sánchez llega después de que Pablo Casado, marcara distancias con Vox. Pero también se produce un día después de conocerse que el Grupo de Estados contra la Corrupción (Greco) del Consejo de Europa avisó al Gobierno español de que su propuesta de reforma se aparta de los estándares de esta organización internacional.
También la Comisión Europea advirtió al Ejecutivo de que observa con atención su desarrollo. Los jueces españoles son igualmente críticos y exigen una reforma que cumpla "los estándares mínimos de independencia judicial"
El PP escenifica su ruptura con Vox, que sale derrotado de su moción de censura
n n n Vox fracasó ayer con su moción de censura al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al no obtener más votos que los 52 de sus diputados, ya que el PP de Casado se desmarcó de lo que ahora considera la "derecha populista" y del "odio". "Hasta aquí hemos llegado", exclamó el líder de la oposición para diferenciarse y aislar al partido de Abascal, en el debate de una moción de censura de Vox que mutó en cordón sanitario de todo el arco parlamentario en su contra.
Tras dos años de "insultos", el PP rompe con un partido que según Casado busca suplantarles. Pero no lo lograrán, les ha advertido: "No somos como ustedes porque no queremos". Porque el PP, ha agregado su líder, no quiere ser "otro partido del miedo, la ira y la bronca". A Abascal -prosigue- le ha salido el "tiro por la culata" con una moción que buscaba disparar "contra el partido que le ha dado trabajo durante 15 años".
Pero Casado esta vez se plantó. Pese a sus pactos autonómicos se ha negado a ser rehén de Vox, partido al que equipara con el Gobierno de Pedro Sánchez. Ambos son para el líder popular "parte del mismo virus": el de la división.
Vox no tardaba en reaccionar al voto de los popularse lanzando varias advertencias a los gobiernos de Madrid, Murcia y Andalucía, que se sostienen con su apoyo, pese a que su líder, Santiago Abascal, señalaba por la mañana que esos ejecutivos no corren peligro.n
