El primer gran fuego del año ataca un área despoblada en Castellón

El fuego afecta ya a más de 3.000 hectáreas.
photo_camera El fuego afecta ya a más de 3.000 hectáreas.
Obligó al desalojo de más de 1.500 personas entre la provincia y Teruel

Una meteorología desfavorable por la subida de las temperaturas, la sequía, la desvertebración territorial con “el abandono de las zonas rurales” y el aumento de la densidad de las masas forestales, son factores que están contribuyendo a los incendios y a su mayor virulencia, como el activo ayer entre Teruel y Castellón.

Así lo advierte el ingeniero forestal y profesor de Universitat Politècnica de València Rafael Delgado, quien indica que estos incendios fuera de verano “no son inhabituales” y asegura que “teníamos todas las circunstancias para que pasaran”.

Delgado explica que venimos de unos meses muy secos, tenemos una meteorología ahora mismo y puntualmente “bastante desfavorable” y en el caso concreto del Alto Mijares, la comarca castellonense donde se originó el jueves el incendio forestal que ha calcinado ya miles de hectáreas,  “un paisaje bastante aterrador”.

Sobre todo esto, reflexiona, subyace una desvertebración territorial “enorme”, el abandono rural y “la máxima superficie forestal, con la máxima densidad y la mínima discontinuidad entre las masas”.

A su juicio, ante este panorama, era de esperar que el fuego se propagara muy rápido, ya que en las primeras horas del incendio se abrió un flanco importante, avivado este viernes por el viento de mistral, que lo ha convertido en un frente ya muy amplio. 

Rafael Delgado dice que para hoy está previsto que cambie el viento y que el escenario mude. “Si lo que hoy es cola no se controla, mañana pasa a ser cabeza y se resitúa en otro valle pasando el río Mijares, nos encontraríamos en una situación realmente problemática y un nuevo escenario potencial enorme”, con masa forestal continua, advierte Delgado. El experto señala que el viento empuja el incendio hacia una zona donde hay algunos campos de cultivo y mucho terreno abandonado. 

El primer gran incendio forestal de la primavera en España, iniciado al interior de la provincia de Castellón, seguía descontrolado y, además de haber obligado ya al desalojo de unas 1.500 personas entre esa provincia y Teruel, ayer ya había arrasado más de 4.000 hectáreas.

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