nnn Miles de familias se manifestaron ayer en coche por las principales calles de sus ciudades para decir no a la reforma educativa, la Lomloe, conocida también como "ley Celaá", porque consideran que cercena la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos y atenta contra la pluralidad del sistema actual. Diferentes caravanas de vehículos, todos adornados de banderolas y globos naranjas, protagonizaron la protesta convocada por la Plataforma Más Plurales, que engloba a la comunidad de la educación concertada, en decenas de ciudades como Madrid, Logroño, las cinco capitales de Castilla-La Mancha, Zaragoza, Oviedo, Cáceres y Santander, entre otras.
El epicentro de las marchas naranjas, el color elegido por la educación concertada para protestar contra el trato discriminatorio que, según sostienen, les otorga el Gobierno, ha sido Madrid, con una caravana de vehículos que ha colapsado el eje central del paseo de la Castellana en ambos sentidos entre las plazas de Cibeles y de Cuzco, junto al estadio Santiago Bernabéu.
Bajo el constante pitido del claxon, unos 5.000 coches, según la Delegación del Gobierno en Madrid, participaron en la protesta, la mayoría secundada por familias completas con niños que exhibieron pancartas y banderas con el lema "Stop ley Celaá". "Tenemos que poder elegir: el que quiera educación laicista, el que la quiera religiosa, concertada o privada. Yo quiero que me dejan elegir lo que más le conviene a mis hijos", exigieron unos padres que se sumaron a la manifestación con sus tres niños.
“los hijos son de los padres"
Otro padre pidió a la ministra de Educación que escuche a todos los ciudadanos porque su ley, aseguró, "es injusta", mientras que otra pareja con niños le recordaba al Gobierno que "los hijos son de los padres". Todos insistieron en que la decisión de elegir educación concertada o especial sea solo de los padres y que, por tanto, no se limiten las plazas de estos colegios.
La protesta de ayer es la cuarta convocada por la plataforma desde que se inició la tramitación parlamentaria, pues consideran que la nueva ley es un "atropello" y una "auténtica aberración", sin olvidar que, en su opinión, puede afectar a más de tres millones de alumnos de la escuela concertada.
Las marchas que se siguieron en decenas de ciudades estuvieron respaldadas por PP, VOX y Ciudadanos, que votaron en contra el pasado jueves en el Congreso al proyecto de ley. Los dos primeros avanzaron que, una vez entre en vigor, la recurrirán al Constitucional por ser sectaria y contraria a la libertad de elección de centro.
En Madrid, el PP se volcó con el rechazo a la ley. Su presidente, Pablo Casado estuvo acompañado de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y del alcalde de la capital José Luis Martínez-Almeida.n
