Juicio Procés

Jordi Sànchez pide una reflexión sobre la prisión preventiva y está seguro de que "en Cataluña habrá urnas"

El expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez ha aprovechado su turno de última palabra en la vista oral por el proceso independentista en el Tribunal Supremo para solicitar a los magistrados que le han juzgado que impulsen una reflexión sobre el uso de la prisión preventiva, al tiempo que se ha mostrado convencido de que "en Cataluña habrá urnas" y será "con acuerdo del gobierno español".

"Hay una mayoría que lo quiere. La mayoría en Cataluña conseguirá abrir una puerta con una urna. La urna no es el instrumento de ningún golpe de Estado. En Cataluña habrá urnas y lo haremos con acuerdo con el gobierno español, votaremos qué queremos ser de mayores. Quizá yo no veré la independencia de mi país, pero espero ver que ese acuerdo llegue", ha afirmado Sànchez en una larga exposición antes de que el tribunal ponga punto final a este juicio.

Por eso, ha deseado a los siete magistrados "luz" a la hora de dictar sentencia, admitiendo que no le gustaría "estar en su piel" ante "el problema que les ha venido encima". Y aunque ha reconocido que "el Poder Judicial no puede resolver el problema político", también considera que el tribunal tiene la "oportunidad de no agravar la crisis política" en España.

"Hoy tenemos un problema político que ha sido irresponsablemente traspasado al Poder Judicial. Ojalá la sentencia sirva para lo que la clase política no ha sabido resolver", ha aseverado.
DERECHOS Y LIBERTADES

Para el expresidente de la ANC y actual diputado suspendido de Junts per Catalunya, la Constitución Española "no da respuesta al conflicto político territorial". "Está en duda la profundidad de los derechos fundamentales. Hay que ser muy conscientes de que el debate no sólo es del derecho de autodeterminación; hoy el problema es también de derechos y libertades", ha subrayado.

Tras recordar que lleva más de 600 días en prisión provisional --ingresó el 16 de octubre de 2017--, Sànchez ha comentado que la cárcel le ha "enseñado muchas cosas", pero sobre todo "el uso y el abuso de la prisión preventiva", y ha acusado a la Fiscalía de "utilizarla" para ofrecer acuerdos "a cambio" de la declaración de culpabilidad de imputados "con elementos probatorios muy débiles".

Por eso, ha apelado a los magistrados para que "hagan lo posible para que España avance en calidad democrática y siga las instrucciones que han dado organismos internacionales sobre el uso correcto" de esta medida cautelar.

Sànchez ha comentado, visiblemente emocionado, el "dolor" que sufre su familia --ha nombrado a sus dos hijos-- desde que él está en la cárcel, pero ha manifestado que esto ha generado al mismo tiempo "frustración y los mejores valores de solidaridad", creando "valores cívicos de compromiso político" en Cataluña.
"NEGACIÓN DE LA REALIDAD"

Dicho esto, el expresidente de la ANC ha pasado a comentar un juicio "largo" que le ha parecido "sorprendente" por la "negación de la realidad" que ha percibido en los argumentos de la Fiscalía y la acusación popular de Vox. En su opinión, "el 1 de octubre no fue una jornada de violencia", sino "de gran expresión cívica de desacuerdo político, incluso de disidencia política" o de "desobediencia política".

Para Sànchez, las acusaciones han "banalizado" la violencia y a pesar de ello les ha deseado "lo mejor". "Estoy convencido de que la mayoría, cuando la noche se cierra, son conscientes de que en conciencia no han hecho lo que tocaba. Que han forzado para defender una posición que no era justa. Confío en que, finalmente, la justicia llegue", ha concluido.

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