El discurso del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, desde el Institut d’Estudis Catalans en el barrio del Raval de Barcelona anoche no aportó grandes novedades. Aragonès llamó a “sumar esfuerzos” en defensa del reconocimiento institucional de Cataluña, advirtió que una amnistía para todos los encausados por el procés no sería “el final de nada” y exigió iniciar una “segunda fase” de negociación con el Estado que conduzca a un referéndum sobre la independencia en Cataluña. La víspera de la Diada, que este año pondrá el foco en la lengua, el presidente remató su discurso recordando que el catalán se podrá utilizar en las Cortes y en el Parlamento europeo, una prueba de que la suma de esfuerzos trae réditos.
El independentismo llega a la Diada del 11 de septiembre con la amnistía en el centro del debate y como condición para una hipotética investidura del candidato socialista y presidente en funciones, Pedro Sánchez, tras unos resultados electorales que dieron a ERC y a Junts la llave para facilitar un gobierno de PSOE y Sumar.
La jornada de este año arrancará con la tradicional ofrenda al monumento de Rafael Casanova en Barcelona, en la que participarán partidos e instituciones, y por la tarde el independentismo se dará cita en la manifestación organizada por la ANC en Barcelona.
Todos a la calle
Bajo el lema “Via fora” (Todos a la calle), un grito de alarma en la Cataluña medieval, la manifestación arrancará a las 17,14 horas desde cuatro columnas que saldrán de Ciutat de la Justícia, Escola Proa, la Estació de Sants y la plaza Letamendi, y confluirán en plaza España. La celebración de un referéndum será previsiblemente una de las reivindicaciones centrales, y es también una de las peticiones que Junts y ERC han puesto sobre la mesa en la negociación de la investidura. De hecho, los republicanos han advertido al PSOE (y ayer Aragonès insistió en ello) de que una ley de amnistía no será suficiente para que puedan contar con sus votos.
También Puigdemont avisó, tras sentar sus condiciones para negociar -entre ellas la amnistía, mediación y “legitimar” al independentismo-, de que el éxito de las conversaciones dependería, en parte, de los avances en la carpeta de la autodeterminación. Hasta ahora, el PSC se había negado tanto a una amnistía como a un referéndum; en sus últimas declaraciones, dirigentes socialistas subrayaron en que su marco para negociar es la Constitución: “Prudencia, paciencia, discreción y Constitución”, resumió el líder del PSC, Salvador Illa.
Aragonès confirmó que asistirá a la manifestación de la ANC este año, como también lo harán otros miembros de ERC, Junts, la CUP y entidades como Òmnium y la AMI. El año pasado, ni Aragonès ni ningún miembro de ERC del entonces Govern de coalición con Junts acudieron a la marcha, al considerar que iba contra las instituciones catalanas. Después de que Puigdemont expusiera esta semana sus condiciones para negociar con el PSOE, ERC celebró que Junts se una ahora a la “vía de la negociación”, y reclama más coordinación entre las fuerzas independentistas. Ayer, fue el presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien reprochó a JxCat que no quiera coordinarse con los republicanos en el Congreso y en la negociación para una eventual investidura.
En este escenario, está por ver si el independentismo logra escenificar su unidad en la manifestación de la ANC -que el año pasado reunió a 150.000 personas- y en el resto de actos organizados por entidades independentistas.
El año pasado, dirigentes de ERC fueron abucheados durante un acto de madrugada en el Fossar de les Moreres, enclave histórico en el que se recuerda la toma de Barcelona por las tropas borbónicas el 11 de septiembre de 1714 durante la Guerra de Sucesión.
La DIU
Precisamente, una de las voces más críticas con el Govern en la pasada Diada fue la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, quien urgió al Ejecutivo catalán a bien declarar la independencia o a disolver la Cámara: “O independencia, o elecciones”, dijo. Días después, la ANC puso en marcha una ronda de reuniones en las que pidió a los dirigentes catalanes una Declaración Unilateral de Independencia (DUI) a finales de 2023 y abandonar la negociación con el Estado.
En vísperas de la Diada, Feliu rescató esta petición para pedir al Govern de ERC que active la DUI “al día siguiente” de que se apruebe la ley de amnistía, ante lo que el Ejecutivo de ERC se reafirmó en su apuesta negociadora.
La ANC organizará actos políticos y sociales por la Diada en Francia, Luxemburgo, Inglaterra, Alemania, Bruselas, Países Bajos, Irlanda, México y Estados Unidos. En Luxemburgo, la ANC ha organizado para hoy una conferencia donde “se debatirá sobre la amnistía y sus posibles consecuencias para el movimiento independentista”; y en Inglaterra, se celebró un vermú el sábado para inaugurar la Diada con un debate sobre el movimiento independentista.