ESPAÑA

La Iglesia sale al rescate

Varias personas aguardan su turno para entrar al economato de Cáritas en el distrito madrileño de Tetuán.
photo_camera Varias personas aguardan su turno para entrar al economato de Cáritas en el distrito madrileño de Tetuán.
Cada vez son más las personas que tienen que recurrir a comedores sociales, y las parroquias, también durante la crisis sanitaria, vuelven a ser el epicentro del reparto de alimentos entre los más desfavorecidos.

En los últimas semanas, cada vez son más las personas que se acercan a las parroquias para buscar comida. Colas como las de la Iglesia de Santa Anna de Barcelona de ayer son cada vez más habituales. Desde el 2017, sus voluntarios reparten alimentos a 250 personas cada día. Aunque esa cifra ha crecido en las últimas semanas, llegando a casi 400 las personas que se acercan a la iglesia del barrio gótico para tomar un vaso con leche caliente y llevarse la comida preparada a sus casas. Este es solo un ejemplo más de una dura realidad en la que Cáritas ha triplicado, a nivel estatal, la atención que le presta a los más vulnerables.
Además, en la propia ciudad condal, el Banco de Alimentos de Barcelona ha atendido a través de entidades colaboradoras a más de 145.000 personas al mes durante este 2020, coincidiendo con la epidemia del coronavirus, una cifra similar a la de la crisis económica del 2008 y superior a la de los últimos cinco años.

santa rosalía de hortaleza
La parroquia de Santa Rosalía de Hortaleza está llevando a cabo labores de acondicionamiento de las salas de catequesis para acoger a 16 jóvenes migrantes en lo que será su hogar hasta que encuentren de nuevo trabajo y su situación económica les permita volver a pagarse una habitación y mantenerse por sí mismos. El párroco y coordinador de Cáritas, Ramón Montero, más conocido por todos como padre Moncho, ha decidido dar un paso más en la ayuda que ya prestaba a algunos jóvenes a los que lleva pagando el alquiler de sus habitaciones desde mediados de marzo, cuando tras decretarse el estado de alarma muchos de ellos se quedaron sin trabajo.
Según ha explicado Montero, desde Cáritas Parroquial se plantearon "hacer un pequeño hogar donde acogerles", pero no querían hacer un albergue al que acudieran solo para dormir, sino "un hogar donde ellos pudieran desarrollarse". De esta forma, la parroquia de Santa Rosalía acogerá a partir de la próxima semana a un total de 16 inmigrantes incluyendo a las dos familias de Honduras y Venezuela que ya viven en los pisos parroquiales. El padre Moncho ha explicado que lo que intenta con esta solución es que "puedan seguir madurando y creciendo" sin la angustia de tener que pagar una habitación mientras buscan trabajo.
Ellos ahora colaboran en el reparto de alimentos a familias necesitadas que cada día llevan a cabo desde la parroquia porque además muchos de ellos han sido receptores de esa ayuda anteriormente como es el caso de Leandro, un venezolano que llegó en diciembre a España donde trabajó como camarero hasta que se quedó en el paro.
"Antes de que el padre me ofreciera alojarme aquí había venido dos veces buscando alimentos" y ahora que se encuentra en la parroquia ha decidido echar una mano y ser él quien reparta esos carros de comida y no ahorra elogios para el párroco es "mi ángel de la guarda". n

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