El exvicepresidente del Gobierno e histórico dirigente del PSOE Alfonso Guerra criticó la “tendencia al cesarismo evidente” en el PSOE al ser el secretario general quien elige a las personas que componen la dirección del partido o las que conforman las listas para los congresos.
Así lo indicó en una entrevista al “The Objective”, en la que calificó las primarias de la formación como “un engaño”, todo ello cuando recientemente el PSOE expulsó al exsecretario general del partido en Euskadi Nicolás Redondo bajo la acusación de “reiterado menosprecio” a las siglas tras sus declaraciones contra la posibilidad de que el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pueda llegar a un acuerdo con Junts para gobernar a cambio de una ley de amnistía.
“Parece lógico pensar que si cada militante echa una papeleta se elige lo más democráticamente posible. Pero oiga, la persona que sale elegida en primarias es la única nombrada por ese método, mientras que en la dirección del partido que se nombra después, donde habrá 30 o 40 personas, ninguna es elegida así, sino que las elige el elegido en primarias”, lamentó.
“La tendencia al cesarismo es evidente”, sentenció, para advertir de que “cuando eliges al líder por ese procedimiento, puede hacer lo que quiera y eso no es democrático”. “Se llega a tal punto que los partidos, cuando eligen a sus representantes para un congreso, en realidad no los eligen: la lista la hace el líder”, agregó.
En este sentido, considera que se ha “perdido una calidad democrática tremenda” en el PSOE y que “hoy no hay debate en los partidos políticos”. “El debate está en los periódicos porque las sedes de los partidos están prácticamente cerradas. Y cuando no hay debate no puede ser que nos haya tocado el más listo en cada partido, el súper hombre. Cuando no hay debate, la calidad desciende. Y además es poco democrático”, insistió.
Guerra también defendió el “derecho a opinar” de los históricos del PSOE y afeó que “para intentar callarlo” digan que “ya pasó” su hora. “Sé que ha pasado mi hora, pero la de España no, por eso tengo la obligación de decir lo que creo cuando se trata de cosas importantes”, apostilló al respecto.
Cuestionado sobre si Sánchez sería el “peor” presidente de la democracia, el exdirigente socialista prefirió “no entrar en detalles” y destacó que hubo “dos presidentes importantes de verdad, Adolfo Suárez y Felipe González”. No obstante, precisó que votó a Sánchez en las pasadas elecciones del 23 de julio porque “nunca” podrá votar “otra cosa que no sea el PSOE”.
En relación con la expulsión de Redondo, afirmó que no lo puede entender. “En democracia el delito de opinión no existe”, aseveró.
Derecho a manifestarse
Asimismo, Guerra apoyó la manifestación “con la palabra, concentraciones o documentos” contra la posible ley de amnistía y cuestionó que se pretenda amnistiar “a quien está diciendo que lo va a hacer otra vez”.
Guerra también defendió “el derecho de opinar y de manifestarse” del expresidente del Gobierno José María Aznar, si bien incidió en que el “popular” no está “muy legitimado” para llamar una movilización cuando fue “un presidente divisivo para la sociedad española”. Además, aseguró de que a su juicio no fue “muy prudente” por parte del Gobierno tildar a Aznar de golpista.
El histórico dirigente socialista, quien afeó la reunión de la vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, con el “forajido” Carles Puigdemont, ha alertado que después de la amnistía seguirían las cesiones a los partidos independentistas. Ante ello, ha incidido en que PP y PSOE, “que se dedican a blanquear a los extremos”, podrían ponerse de acuerdo y “reducir el peso que tienen lo nacionalismos en la política nacional”.