españa

Los centenarios también tienen cita con las urnas

Un grupo de personas mayores conversa en Melide (A Coruña).
photo_camera Un grupo de personas mayores conversa en Melide (A Coruña).

Los municipios de Sober, en Lugo, y Melide, en A Coruña, se encuentran entre los de población más longeva de España

España, como oficialmente Japón, Grecia, Costa Rica, EEUU e Italia, tiene sus "zonas azules" del planeta, distinción asignada a áreas en las que un número suficiente de ciudadanos alcanza o supera el siglo de existencia en buenas condiciones. Y el colectivo "centenario" tiene mucho que decir el 26M. El municipio lucense de Sober es uno de los lugares de Galicia en el que más personas de cien años acuden a depositar su papeleta, no en vano cuenta en su censo con diez ancianos que sobrepasan la centena, tres hombres y siete mujeres, uno por cada 230 vecinos, cuenta el alcalde del municipio, Luis Fernández Guitián.
No es tan extraño que la concentración geográfica de estos privilegiados a los que parece que la vida les regala tiempo y salud suceda en diferentes enclaves de Galicia ya que, según concluyó un reciente estudio de la Universidad de Oporto, esta región es una de las áreas de Europa donde un mayor porcentaje de la población supera la esperanza media de vida.
La investigación achacaba la longevidad gallega a factores como la genética y el estilo de vida, pero el regidor soberino, que siempre celebra el cumpleaños de los centenarios según van produciéndose, señala que ellos dicen, sin mayor intención que la gracia, que "es por el vino", ya que su hábitat es un lugar conocido por el Amandi, de la Denominación de Origen Ribeira Sacra. Aunque admite el primer edil que los motivos reales igual son la tranquilidad, la dieta y el clima del que disfrutan, apunta que es raro que "en otro ayuntamiento cercano con el mismo número de habitantes haya la mitad", por lo que puede ser un tema de "genes".
También comenta que aproximadamente ocho de los diez ancianos están en perfectas condiciones "para tener esa edad" porque Sober es un municipio muy activo, puntualiza, y al hilo de esta observación argumenta que la mayoría de ellos, y no siempre hay que hablar en pasado, se dedicaron a las labores del hogar o al campo. El regidor confiesa que a él le beneficia que el suyo sea uno de los municipios en el que más personas con más de cien años votan, ya que "la gente mayor suele ser más conservadora; más del PP".
Uno de los que está en perfectas condiciones es Alfonso Llano, un vecino de Sober de 101 años que desvela que ya ha votado por correo y que siempre, en todos los comicios, participa. El centenario detalla que le hace especial ilusión responder a la llamada a la participación en las elecciones municipales, porque puede votar a conocidos y amigos; por eso admite que las generales le importan menos ya que no sabe "cuál será el mejor presidente, ni el más malo", desconocimiento que achaca a que en realidad "nunca" le gustó "la política", pero sí el compadreo.
Con todas esas décadas sobre su lomo, asegura que se encuentra muy bien de salud, que comprende todo lo que le dicen "como si tuviera treinta años" y comparte además, como consejo para el resto de los mortales, que camina todos los días "tres kilómetros". Y que Sober, su tierra, no es el único ayuntamiento con el don de la longevidad, puesto que dos partes de España que sobresalen por este hecho son Málaga y, sin salir de Galicia, el municipio coruñés de Melide.

El caso de Melide
Acierta: según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2018 había en Melide 372 vecinos que pasaban de los 85, cuando la población total era de 7.443. María Barreiro, que supera, y de largo, esta cifra, es una de las mujeres más conocidas en Melide porque, a pesar de que en junio va a cumplir la friolera de 106 años, "hasta el curso pasado" estaba estupenda y hasta los 99 vivió sola, cuidando su huerto y sus vacas.
Es lo que transmite su hija Esther Varela y relata que su madre siempre fue a votar, aunque en estas elecciones no irá porque asegura que ahora "la cabeza le falla mucho" y tiene problemas de articulaciones. Sin embargo, rememora que "le hacía ilusión" ejercer su derecho al voto y que le gustaba muchísimo la política, de la que siempre hablaba con la exalcaldesa del municipio, hoy conselleira, Ángeles Vázquez, que era de su aldea.
Pese a la edad que muestra su DNI, siempre ha comido de todo e incluso ahora "a la hora del almuerzo se bebe su medio vasito de vino y su café", y no tiene enfermedad alguna, ni problemas de azúcar, "ni colesterol"; "solo toma paracetamol" por las molestias de las rodillas, asegura su hija. La alcaldesa de Melide, Dalia García, afirma, en una entrevista, que en el municipio se detecta que "hay una tasa de longevidad muy alta". 

Te puede interesar