España

Desde el 2003 se produce un asesinato machista a la semana

Dos mujeres en una manifestación contra la violencia de género.
photo_camera Dos mujeres en una manifestación contra la violencia de género.
En los últimos 16 años mil mujeres han sido asesinadas y el 12,4% tenían medidas de protección
Entre enero de 2003 y abril de 2019 se han registrado en España mil asesinatos machistas, que han supuesto 61,3 víctimas mortales cada año, una a la semana, y que han dejado 765 menores huérfanos, mientras que otros 23 fueron asesinados junto a sus madres.
El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género publica un informe que analiza los mil crímenes machistas ocurridos entre enero de 2003 y abril de 2019 y que pone de manifiesto que el 60,5% de estas mujeres mantenía la convivencia con su agresor, el 26,1% había presentado denuncia con anterioridad y el 12,4% tenía una medida de protección en vigor. De los datos del informe se desprende que durante esos 16 años hubo un asesinato machista cada semana y una media de 61,3 víctimas mortales cada año. Esta cifra aumenta hasta 68,3 si se tiene en cuenta sólo la primera parte de ese periodo (2003 a 2010) y disminuye hasta 54,4 en la segunda mitad.
El año más trágico fue 2008, con 76 víctimas mortales, y el año con menos crímenes machistas fue 2016, con 49 casos. La tasa media de muertes indica que hubo 3,1 víctimas mortales al año por cada millón de mujeres mayores de 15 años y este índice varía en cada comunidad autónoma, pero también es diferente según el área geográfica: en las zonas costeras se sitúa en 4,4 mujeres, mientras que en las del interior es de 2,5.
La edad media de las víctimas fue de 42,2 años; algo más de la mitad (538) tenían entre 26 y 45 años; el 12,8% eran menores de 25 años; el 14,1% tenían entre 46 y 55 años; el 7,4% entre 56 y 65 años y el 11,9% eran mayores de 65.
La mayoría de las mujeres asesinadas (655) eran españolas y, en cuanto a las 345 víctimas extranjeras, éstas procedían de América Latina (46,1%), Europa (35,7%), África (14,8%) y Asia (3,5%). El lugar en el que con mayor frecuencia se producen los asesinatos fue el domicilio (75% de los casos) y el arma blanca ha sido el método más usado para llevarlos acabo.
El estudio confirma que la maternidad es una de las circunstancias que aumentan el riesgo para las víctimas, ya que 3 de cada 4 mujeres asesinadas eran madres. Las mil mujeres asesinadas dejaron huérfanos a 765 menores, de los que 499 eran hijos del agresor. La convivencia con el agresor es otro de los factores que aumentan el riesgo: el 60,5% de las asesinadas mantenía la convivencia con su agresor en el momento del crimen. 

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