Cerca de un millar de romeros acompañaron la imagen de la Virgen del Alba, que procesionó como cada año desde la iglesia parroquial a la ermita en el monte.
Un recorrido que llevó algo más de una hora y media, donde los fieles intercalaron el rezo del rosario con canciones entonadas por las charangas que acompañaron a la comitiva. Un expresión de fe que acabó con en fiesta, una vez alcanzaron la capilla. En la iglesia permaneció San Bartolomeu, a quien le tocará el turno el próximo domingo.