“Gozar de la vida es ser dueño de nuestro propio destino y yo lo soy”

Con imagen y fama de diva, Mónica Naranjo gana en naturalidad en las distancias cortas. El próximo sábado 26 ofrecerá el concierto de su gira “Madame Noir” previsto para este verano que tuvo que ser suspendido por enfermedad. La cita será en el mismo lugar, en el Auditorio Mar de Vigo. La artista ultima los detalles de su viaje a Galicia, mientras sigue cumpliendo compromisos. Derrochando simpatía y con la misma confianza y familiaridad de quien se conoce de toda la vida, Naranjo compartió desde la distancia su estado de ánimo y desveló para este medio los proyectos en los que trabaja. En el transcurso de la conversación se descubrió frágil y tímida, muy lejos de la versión que se exhibe sobre los escenarios.

Está inmersa en una gira muy especial “Madame Noir”. ¿Cómo está resultando este nuevo formato de espectáculo?

Llevamos en ella desde mayo y el balance es maravilloso. Es el mejor regalo de mi carrera. Nunca había trabajado con actores y he de confesar que dos semanas antes del estreno, llamé a mi directora para decirle que la cancelase.

¿Por qué?

Por miedo, inseguridad. Estaba abrumada porque era una propuesta muy compleja. Tenía que interactuar con los actores, cantando e interpelando al público. Me parecía muy complicado. La suerte que tengo es que mi directora es un pedazo de pan y se llenó de paciencia y me soltó un “adelante”.

Esta actuación estaba prevista para julio, pero se tuvo que suspender, ¿con qué ánimo se replantea este concierto?
Siempre te queda muy mal cuerpo por dos motivos: por una parte, estaba recuperándome de un virus. Me habría encantado ir a Vigo en verano, pero el cuerpo no daba de sí; y por otra, una cancelación sienta mal. Lo bueno es que se pudo cambiar la fecha.

Ha cumplido los 20 años de carrera, en los que hubo un antes y un después, ¿qué queda de la Mónica de “Desátame”?

No queda nada. Entonces era muy joven, muy inocente, lo lógico para la edad, aunque sí era muy madura de cabe. Así, cuando estaba en la cumbre, lo dejé todo. Me di cuenta de todo lo que se movía alrededor de mí; un elenco de manipuladores, ladrones y mala gente que se apunta al carro de los artistas internacionales.

¿Está más cómoda controlando todo el proceso: componer, cantar y producir?

Creo que gozar de la vida es ser dueño de nuestro propio destino, y yo lo soy. Como empresaria, trabajo con un grupo reducido de gente, porque la crisis también nos afecta, y lo organizamos todo. Y en estos tiempos con más imaginación y menos presupuesto.

Su estilo va desde el pop hasta la ópera, ¿dónde se siente más Mónica Naranjo?

Me siento cómoda con todo lo que hago. Hace años te contestaría otra cosa porque me esforzaba por seguir una fórmula comercial que me indicaban. Ahora hago lo que me da la gana; lo que debo hacer. No me cierro a nada. Evolucionó y sigo aprendiendo cada día para ser mejor artista.

¿De ahí la variedad de registros que hay de un disco suyo a otro?

El día que nací me hicieron el mejor regalo: Un gran instrumento que con los años voy perfeccionando su uso con disciplina y trabajo. Hay que experimentar, aprender, aprovechar esta bendición que me han dado.