'Es duro, pero si quieres ser entrenador profesional, no te puedes quedar toda la vida en tu ciudad'

'Del Celta me preocupa la parte económica, no la deportiva'

Méndez (agachado) da instrucciones durante un tiempo muerto.
Cuando habla de Dantas, por ejemplo, se le escapa la primera persona del plural: 'Es el estilo de jugadoras que solemos fichar en el Celta últimamente'. Y rememora cómo colaboró en la llegada al club de técnicos como Carlos Colinas o Mariano Villalón, o en la formación de jugadoras como Marina Delgado, Canella o Loureiro. Es Miguel Méndez (Vigo, 1967), hasta hace nada técnico del Bosco y el próximo sábado rival liguero al mando del poderoso Rivas.

Enfrentarse al que ha sido el club de su vida debe ser una sensación extraña.

Es especial. Aunque he de reconocer que todavía no estoy pensando mucho en ese partido porque nosotros tenemos otro el jueves de Euroliga importantísimo –contra el Kosice– en el que nos jugamos muchas de nuestras opciones de pase para el 'play-off'. Será especial jugar contra el Celta, pero supongo que lo será muchísimo más cuando juegue en Vigo. Aun así, veré a gente con la que he trabajado mucho tiempo, a jugadoras que he visto crecer y a un club al que sigo en la distancia. Sobre todo, mantengo mucho contacto con Paco –Araújo, el presidente–.

Será un partido que, sobre el papel, tendría que resultar dificilísimo para el Celta y facilísimo para el Rivas...

Se suele vender así. No voy a negar la evidencia de la diferencia de presupuesto entre nosotros y el Celta. Para los equipos que jugamos en la Euroliga, la dificultad está en disputar varios partidos en la semana. Y no a nivel de cansancio, sino de concentración. No es sencillo motivar a las jugadoras, especialmente a las extranjeras, para jugar contra rivales con pocas victorias. Y precisamente esos equipos juegan estos partidos con muy poca presión. Lo sé porque lo he vivido desde la otra cara en Vigo. En cualquier caso, no existen los partidos facilísimos.

Los números del Rivas hasta la fecha están siendo buenos, a pesar de la importantes bajas de Valdemoro y Sliskovic.

La primera cosa que importé a mi nuevo club fue la costumbre de lesionarse –bromea–. Perdimos enseguida a Sliskovic, nuestra única cinco puro, y a Valdemoro, obviamente una jugadora muy importante. Además, con lesiones larguísimas. Aun así, estoy muy contento con el rendimiento del equipo. En Liga estamos compitiendo bien a la espera de que llegue la fase importante, que empezará allá por marzo con la Copa de la Reina. Mientras, estamos donde debemos, entre los tres primeros, aunque es una lástima que sea en el último puesto de esos tres. A ver si podemos plantarle cara a Salamanca, porque Ros parece intocable. Y en Europa, teniendo en cuenta el grupo que nos ha tocado, estamos bien, a un punto del primero y nos jugaremos el pase en nuestra pista, lo que no deja de ser positivo.

Hablaba de la Liga. ¿Está Ros un peldaño por encima del resto?

Ros está más de un peldaño por encima de casi todos y uno por encima de Salamanca. Entre ellos existe la misma diferencia que el año pasado pero a la inversa. Perfumerías tiene peor equipo tras las bajas de gente como Lyttle o Alba. A nosotros nos falta un poco para llegar a ese nivel. Y ahí, en ese tipo de partidos contra los grandes, es donde notamos sobre todo la baja de Amaya.

¿Cuándo podrá tenerla de nuevo?

No hay fecha. Ella está trabajando bien y no nos marcamos un plazo, sobre todo pensando en que la fase decisiva de la temporada, si exceptuamos la Euroliga, no llega hasta marzo. Ahí confíamos en poder contar con ella.

Desde fuera, ¿cómo está viendo la sufrida trayectoria del Celta?

Ya se sabía que se iba a sufrir y desde el club se advirtió de ello. Hablo con Paco muy a menudo y estoy de acuerdo con él en que resulta mucho más preocupante la situación económica que la deportiva. Ibiza es un equipo en descomposición y el Celta tendrá que pelearlo, por ejemplo, con Navarra, por lo que la victoria del sábado es importantísima, sobre todo para ganar en confianza. Celta, Navarra, Hondarribia y Zamora tendrán que pelear por la permanencia. Pero ya digo que me preocupa poco la parte deportiva y mucho más la económica. La situación de muchos clubes, incluido el Celta, es terrible.

A nivel deportivo, ¿el Celta puede resentirse de no poder contar finalmente con la serbia Vucurovic?

Sólo a nivel de que tendrá una rotación menos, porque en cuestión de calidad no creo que sea una baja significativa. Es una jugadora de futuro pero que todavía no ha demostrado nada en Europa. El Celta seguro que sufrirá pero conociendo la tranquilidad en la gestión de la directiva y el buen trabajo del cuerpo técnico saldrá adelante.

En lo personal, ha pasado de pelear por la permanencia en Vigo a hacerlo por los títulos en Rivas, ¿dónde existe más presión?

La presión existe siempre. Es muchísimo más dramático tener que jugarte la salvación en el último partido, sobre todo cuando eres un hombre de la casa como lo era yo en el Celta. Aquí hay presión porque hay que ganar, porque hemos tenido mala suerte con las lesiones, porque juegas dos partidos semanales, porque haces muchos viajes y no siempre salen bien...

A nivel profesional, ¿satisfecho de haber dado el paso?

Me siento muy contento de estar en un club con un proyecto y una organización importantes, que se construye día a día, con cada vez mejor estructura de categorías inferiores. Es una entidad joven y estoy muy satisfecho del trato profesional y personal.

Lo más difícil será estar lejos de la familia.

Aaceptar este reto es una apuesta familiar importante y muy dura. Pero si quieres ser entrenador profesional, no te puedes quedar toda la vida en tu ciudad.

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