Rosa Figueroa asumió este verano la dirección del IEO en Vigo tras un año como vicedirectora. Por delante, un mandato en el que la reforma de la sede es una de las mayores prioridades. Esta semana visitó Atlántico TV para hablar de ello.
¿Cómo ha sido su llegada a la dirección?
Bien. Ya llevaba un tiempo en la vicedirección, así que conocía de primera mano los problemas del centro y estaba involucrada en sus soluciones. Eso me ha facilitado la transición.
¿Cuáles son sus objetivos prioritarios al frente del IEO en Vigo?
Hay varios, pero todos tenemos en mente ahora uno, que es la planificación de la reforma del centro. Tenemos una planificación en mente para llevar a cabo una reforma integral del edificio principal y la construcción de una planta de cultivos. Eso tiene que estar bien diseñado de origen para que resulte bien, por lo que necesitamos centrarnos y poner todas nuestras energías en ello.
Han salido a la luz informaciones sobre el estado de la sede del IEO. ¿Es tan crítica la situación?
Nosotros primero tuvimos que hacer un trabajo de evaluación. Hubo información que no se contrastó. Sin un informe técnico que evalúe el grado de las deficiencias, se pueden magnificar cosas que no son tan importantes y, a lo mejor, otras que sí que se tenían que tener en cuenta, no se les prestó atención. Entonces hicimos un trabajo de evaluación técnica de las instalaciones. El estado del edificio principal es bueno, lo que pasa es que existen unas deficiencias en algunos de los servicios que utilizamos para la actividad científica, pero una vez detectados estamos intentando paliarlos, solucionarlos o eliminar actividades que no podemos hacer mientras no se inicie la reforma. Lo mismo en relación a la planta de cultivos. El acceso está limitado y restringido en las zonas que pueden ser potencialmente peligrosas y en otras, según los informes técnicos y de prevención de riesgos, seguimos haciendo la actividad científica. La situación está controlada en base a unos datos objetivos.
¿Tienen un plazo para la reforma?
Cuando tengamos un abanico más concreto, lo daremos. Ahora mismo estamos trabajando en el informe de necesidades.
Actualmente, ¿cuántos investigadores forman la sede del IEO en Vigo?
Somos casi 170 en plantilla, sobre 70 investigadores. Es una plantilla que ha ido creciendo. El centro se diseñó para unas 80 personas.
Este año las aguas de la Ría de Vigo han superado los 20 grados durante gran parte del verano. ¿Les preocupa esto?
A nosotros nos preocupa, en general, estudiar estos procesos en el contexto del cambio climático. Pero sí que es cierto que no se pueden tomar los datos específicos de un año sin el contexto que los rodea. Pueden ser significativos, pero necesitamos saber si es una anomalía o parte de una tendencia estable. Entonces hay grupos en el centro que están trabajando en ver cómo evoluciona la temperatura del agua en la Ría. Los datos que tenemos ahora no parece que indiquen que esté subiendo de forma preocupante, aunque este año ha habido temperaturas más altas de lo habitual.
¿Qué supondría para la zona si se confirma una tendencia al alza?
Afectaría al ecosistema de forma global, es decir, las especies que viven en esa zona a lo mejor migran a zonas más frías o llegan especies que no son autóctonas pudiendo desequilibrar el ecosistema. Toda la cadena trófica se vería afectada, y no es algo que queramos.
La UE ha puesto en riesgo al sector pesquero con el veto a la pesca de arrastre en decenas de zonas de la UE. ¿Cómo valora esta situación?
Lo que estamos trabajando en el instituto es en analizar ese veto, que se basó en una normativa general que no tenía en cuenta que no todas las técnicas que van al fondo son iguales, porque algunas son menos lesivas. Esto viene dado porque aunque sí que hay zonas más vulnerables en las que no conviene pescar, hay que profundizar en qué se considera una técnica agresiva para el fondo marino.
¿Cree que no se ha tomado en consideración a los expertos científicos a la hora de realizar estas decisiones?
Creo que se ha hecho sin tener en cuenta ciertas consideraciones de científicos y que no se han solicitado las oportunas opiniones que se deberían haber puesto en común para tomar la decisión.
En relación a esto, el IEO ha comenzado un estudio sobre la pesca de arrastre. ¿Qué cree que pueden aportar los resultados de esta investigación a este asunto?
Lo que se intenta es mejorar en evitar capturas accidentales, que toda esa pesca sea más eficiente y efectiva posible. Eso es muy importante, porque queremos tener una producción óptima, pero sin dañar aquello que no queremos capturar.
Volviendo a Vigo, la APV propuso al IEO atracar sus oceanográficos en Rande. ¿Cómo valora usted esta propuesta?
Se formuló cuando yo estaba en la vicedirección y se está estudiando. La unidad de buques valoró que podía ser una propuesta positiva, pero tenía unos problemas administrativos que aún estamos intentando subsanar. Es decir, que está todavía en estudio. Yo no lo descarto, pero es un tema que no se llegó a realizar por distintos aspectos que se siguen estudiando.
¿Le hubiera gustado que el IEO de Vigo fuese la sede central, como se dijo cuando el Gobierno anunció su apuesta por la descentralización?
El IEO tiene que mantener su personalidad y su identidad. Y parte de esa identidad es que hay una sede central que coordina las sedes territoriales. Nosotros trabajamos en red con todos los centros, los equipos y los proyectos están formados por gente de varios centros. Y con esa forma de trabajar es realmente útil tener una coordinación, y eso es lo que nos hace fuertes. En ese aspecto, que haya una coordinación central es fundamental y es bueno.
¿Echa en falta algún tipo de apoyo para instituciones como el IEO?
Nuestro papel de asesoramiento directo al Gobierno en diversos temas es más que conocido. Entonces, en ese aspecto creo que tenemos el apoyo de la comunidad, que sabe que el IEO es esencial.
Con un año ya en vigor, ¿cómo valora la Ley de la Ciencia aprobada por el Gobierno?
A nivel de la formación del personal investigador y técnico y de sus carreras científicas y técnicas aún tiene aspectos que necesitan implementarse y mejorarse, pero creo que ha sido un avance en general, que va en el camino de lo que estamos buscando, que es fortalecer ambos aspectos. La ciencia está hecha por investigadores y personal técnico y tenemos que fortalecer ambas carreras.