Stellantis Vigo propone un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que cubriría un máximo de 90 días de paradas de producción el próximo año y afectaría a 3.721 trabajadores con contrato indefinido a tiempo completo. Ésta es la propuesta inicial que la empresa presentó ayer al comité en la primera reunión negociadora del ERTE, motivado por la permanencia de la crisis de los microchips hasta 2023 y por la bajada de la demanda de coches que prevé el sector.
La factoría de Balaídos dejó de fabricar 110.000 vehículos por la escasez de ‘chips’ que impactaron en 11 componentes de los vehículos que ensambla. La planta tuvo que cancelar la actividad de casi 300 turnos de trabajo y habría hasta 24 proveedores de primer nivel con posible impacto en la actividad. Así, la dirección expuso la necesidad de aplicar el ERTE una vez que se consuman otras medidas de flexibilidad como los días de adecuación o la bolsa de horas.
La planta automovilística enmarcó la negociación en este contexto de máxima incertidumbre económica y de las previsiones que maneja la industria de la automoción para el próximo ejercicio con más interrupciones de la producción por los ‘chips’, un descenso de la demanda de vehículos, la falta de aprovisionamiento de materias primas y problemas logísticos con retraso en los transportes.
El ERTE tendría una vigencia del 1 de enero al 31 de diciembre de 2022, igual que el que está en vigor este año y que fue aprobado por el SIT, UGT y CC OO en las siguientes condiciones: 3.749 trabajadores durante un máximo de 60 días de parada y un complemento del 80% del salario y las pagas extra. En este acuerdo, el ERTE incluyó protección para el personal eventual tras la negociación con los sindicatos, que ahora también lo pedirán así como un mayor esfuerzo de compensación económica por parte de la empresa.
Por otra parte, Stellantis presentó una propuesta de calendario laboral para el próximo año con 228 días de apertura industrial de lunes a viernes y 115 días para el turno de fin de semana. También comunicó la internalización a partir del 1 de enero de la actividad de recogida de embalajes de cartón y papel y de los trabajos de gestión de vacíos en la nave de ferraje.
