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Rescatan a los once tripulantes de otro pesquero de Marín hundido en Gran Sol

El pesquero “Piedras” tenía base en Marín y descargaba el pescado en Vigo.
photo_camera El pesquero “Piedras” tenía base en Marín y descargaba el pescado en Vigo.
Los 11 marineros del “Piedras” fueron evacuados tras sufrir un incendio en el barco que provocó una vía de agua

Cien días después del naufragio del “Villa de Pitanxo” en Canadá, un nuevo pesquero de Marín se hundió ayer mientras faenaba en el Gran Sol, aunque en esta ocasión con mejor final ya que los 11 tripulantes fueron rescatados en buen estado.

El “Piedras”, de bandera británica pero con base de Marín y perteneciente a la armadora Noray Pesca, asociada en la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), dio ayer la señal de socorro a través de su radiobaliza tras sufrir un incendio del que todavía se desconocen las causas. El incidente provocó una vía de agua alrededor de las 10 de la mañana, cuando se encontraba a 64 millas al suroeste de la costa de Irlanda.

ARVI contaban con 35 buques en la zona, que recibieron el aviso y fue el pesquero vigués “Armavén Uno” el que se encontraba en ese momento en el punto más próximo, por lo que se desplazó y rescató en buen estado a la tripulación, compuesta por siete marineros españoles, la mayoría de ellos gallegos, mientras que los otros cuatro integrantes de la tripulación son de Marruecos y Ghana. Los marineros llegaron ayer a la noche a tierra, concretamente al puerto de Castletownbere, en el condado de Cork y esperan para ser repatriados.

En un primer momento, fueron nueve de los tripulantes rescatados y se quedaron a bordo el patrón y el jefe de máquinas para tratar de salvar el barco, pero éste se escoró demasiado y ante la imposibilidad de taponar la vía de agua ambos fueron también evacuados.

Hasta el lugar también se desplazaron medios aéreos y marítimos irlandeses, con una unidad movilizada con dos bombas de achique en un operativo coordinado de forma conjunta por los centros de salvamento marítimo irlandeses MRCC Falmouth y el MRSC Valentia, que fueron capaces de recuperar la radiobaliza del barco. Sin embargo, seis horas después de emitirse la señal de socorro, sobre las 16:25 horas, el arrastrero se hundió y acabó depositado en el fondo del mar.

El “Piedras”, un barco construido en 1976 que pertenece al grupo Noray Pesca, había partido de Marín el pasado 16 de mayo y su último puerto antes del hundimiento fue el de Castletownbere, en Irlanda, del que zarpó el pasado domingo.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, destacó que “lo más importante” es que todos los tripulantes del pesquero se encuentra bien. En declaraciones a la prensa, Rueda señaló que se encuentra en contacto con la armadora, la alcaldesa de Marín y la Autoridad Portuaria de Marín-Pontevedra. Así, valoró que, “afortunadamente”, no ocurrió lo mismo que en el “último” siniestro de un barco de Marín, en referencia a los 21 fallecidos por el naufragio del “Villa de Pitanxo”.

 

"Llueve sobre mojado, esperamos que en un largo tiempo no haya más siniestros"

El hundimiento del “Piedras” causó una gran preocupación en la Cooperativa de Armadores de Vigo, al tratarse de un buque de un asociado que acostumbraba a subastar su pescado en la lonja de la ciudad, todo ello escasos meses después de que se produjese el trágico naufragio del “Villa de Pitanxo”, los dos buques con base en Marín.

El presidente de ARVI, Javier Touza, reconoce que “llueve sobre mojado, llevamos una mala racha y parece que Marín está un poco gafado, pero esperemos que durante un largo período de tiempo no haya más siniestros”. La cooperativa mantiene el contacto con la armadora Noray Pesca a la que trasladaron su apoyo y colaboración en todo lo que puedan necesitar. En este sentido, Touza insistió en que se trata de “una armadora modélica que siempre demostró tener los barcos en buen estado de mantenimiento y tripulaciones profesionales”.

En relación con ambos naufragios, en NAFO el “Pitanxo” y en Gran Sol el “Piedras”, Touza aseguró que “la mayoría de los caladeros en los que trabajamos los armadores de Vigo son aguas difíciles, en el Gran Sol también puede haber muy mal tiempo aunque en este caso no parece que este haya sido el factor determinante, ya que operaban bastantes barcos nuestros en la zona”.

En cualquier caso, destacó que lo más importante en este caso es que “todos los tripulantes se encuentran bien”.

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