El astillero Barreras se ha visto obligado a parar los trabajos de construcción de dos barcos para la naviera noruega Havila por un problema que la compañía nórdica tiene en materia de financiación.
Los contratos están en una fase inicial, en grada, si bien las empresas auxiliares que estaban trabajando para ellos están perjudicadas y cerca de medio millar de trabajadores se han visto obligados a coger vacaciones forzosas ante la inactividad.
Se trata de dos buques de gran envergadura ya que su importe es de en torno a 300 millones de euros por lo que se trata de una operación compleja, a la que el astillero vigués espera dar salida pronto, aunque dependerá de las negociaciones que lleve a cabo el armador.
La plantilla del astillero de Beiramar -formada en estos momentos por 190 empleados- no se ha visto afectada por esta paralización dado el gran volumen de trabajo que tiene Barreras en estos momentos. El crucero de lujo para Ritz-Carlton es el proyecto más potente de los que tiene en marcha y se está ultimando para entregarlo el próximo otoño. Además, el astillero está trabajando también en otro barco similar para la compañía norteamericana y en un ferri para la naviera Armas, lo que le asegura carga de trabajo para varios años.
La compañía viguesa emplea en estos momentos a más de 1.200 trabajadores y tiene cuarto turnos de trabajo activos, si bien la paralización de este multicontrato podría afectar si se prolonga en el tiempo. Se trata de dos cruceros que se proyectaron inicialmente como ferris pero que finalmente no llevarán carga rodada. Van a navegar por los fiordos nórdicos y tienen como características principales que el combustible que utilizan es gas y que llevan batería eléctrica que hará que la navegación sea totalmente silenciosa.n
