“El mejillón gallego es el mejor del mundo, pero necesita la unión de todo el sector”

¿Qué retos afronta al frente de la DOP Mexillón de Galicia?
Dos fundamentalmente. Conseguir una mayor excelencia del producto y lograr la unión del sector. Busco la paz y que se integren a la DOP todos los que no están en ella.
¿No es excelente ya el mejillón gallego?
Por supuesto, es el mejor del mundo. Me refería a aspirar a un producto de más calidad y generar esa excelencia que ya tenemos en algunos rendimientos. Es importante que se sepa que desde Sada a Baiona todo el mejillón hay que venderlo como gallego, a lo mejor no bajo una DOP, habría que buscarle un nombre, por eso es importante la unión y que se sumen las industrias que no están, por ejemplo, y que pongan en valor la Denominación.
Se refiere a esa fragmentación que siempre ha existido en el sector y la 'guerra', si me permite, entre productores e industria, ¿no?
Efectivamente, pero prefiero no hablar de guerra porque a lo que aspiro es a lograr armonía. Vamos a escuchar a las dos partes para conseguir la unión, voy a intentarlo y creo que lo puedo conseguir porque mi candidatura fue de consenso. Yo no estaba por la labor de presentarme, ni tan siquiera la busqué, pero me lo pidieron y accedí. Me siento muy orgullosa pero también es una responsabilidad. Tengo un buen equipo y voy a pelear.
¿Cómo ha ido el año?
Algo menos de producción, pero teniendo en cuenta que es el año de la pandemia y viendo la situación de otros muchos sectores, no nos podemos quejar porque la alimentación ha capeado mejor aunque con caídas en el canal horeca. 
Usted de crisis sabe un rato, la del 'Prestige' casi echa por tierra su negocio. Y la actual, ¿cómo la afronta?
Sí, ¡buf! sólo pensarlo se me pone la piel de gallina porque hacía poco que había emprendido mi negocio y lo pasé muy mal. Yo era muy joven, tenía 29 años, pero saqué una lección y es que de todo se sale y con trabajo y esfuerzo se puede. Ahora me gustaría enviar un mensaje de optimismo porque el tejido empresarial gallego tiene muchas fortalezas y esto pasará, aunque también hay que ser realistas con la crítica situación de muchos sectores y que habrá empresas que se quedarán por el camino.
Y junto con el covid, hubo varias mareas rojas que impidieron la extracción de mejillón y desprendimiento del producto en las bateas. ¿Qué solución ven?
Estamos acostumbrados a convivir con las mareas rojas y también con los desprendimientos de mejillón que afecta, claro. En este sector hay que investigar, emplear tiempo e invertir dinero y en Galicia tenemos organismos de gran calidad para hacer estos trabajos. Falta la inversión porque hablamos de un sector del que dependen miles de familias. 
Como la suya. ¿Ya hay segunda generación en su empresa Linamar?
Sí, tengo un hijo y una hija y ella está trabajando conmigo, se encarga de nuevas gamas y productos y lo hace muy bien, mejor que su madre aunque no lo crea.
¿Qué posibilidades tiene el mejillón?
Muchísimas, es uno de los productos más completos, es sano, nutritivo y económico y creo que queda mucho por desarrollar con este recurso y no debemos quedarnos en la lata de conserva o en fresco. Hay que ofrecer cosas nuevas al consumidor, el producto listo para comer tan demandado.
¿Cómo es emprender con 29 años y en un sector tan masculino?
Más díficil lo primero porque poca gente creía en mí, pero lo hice y tengo junto con varios socios una empresa que dirijo con cerca de 200 empleados. Con respecto a que sea una sector masculino, es cierto que lo es pero reconozco que nunca me sentí discriminada, más allá de algún comentario tonto que a mí no me afecta. En nuestra compañía hay más mujeres que hombres en la directiva porque hacen muy bien su trabajo, no porque sean mujeres. Y, por supuesto, a puestos iguales, sueldos iguales. No me entra en la cabeza que cobre más un hombre que una mujer y que hagan lo mismo.