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La 'marea roja' cierra las bateas en Galicia y provoca el fin de la campaña

Las bateas están prácticamente todas cerradas en la Ría de Vigo por la presencia de la toxina lopofílica.
photo_camera Las bateas están prácticamente todas cerradas en la Ría de Vigo por la presencia de la toxina lopofílica.
El sector mejillonero arrastraba un año malo con pérdida de producción y producto de tamaño pequeño 
n n n La campaña de mejillón en Galicia toca a su fin. Y lo hace con semanas de antelación, incluso meses porque hasta finales de octubre o noviembre se mantenía. 
El sector arrastraba una mala situación desde la pasada primavera con producción a la baja y un producto que, si bien tiene buena calidad, ofrece un tamaño pequeño que resulta poco atractivo para el mercado. Y la puntilla la puso la 'marea roja', la biotoxina que visita las rías gallegas varias veces al año y que ha provocado en los últimos días el cierre masivo de los polígonos en toda Galicia. "Ha llegado para quedarse, se extenderá durante varias semanas como es habitual, así que la campaña, que no estaba siendo buena, ya estaría terminada", indica Juan Manuel Vieites, secretario general de Anfaco, la asociación nacional de fabricantes de conservas de pescado y marisco. La patronal de las conserveras asegura que la industria podría seguir produciendo pero que ahora "no se dan las condiciones", indica, al tiempo que apuesta por el producto gallego. "Es excelente y supone el grueso de nuestra producción aunque hay espacio para el de otras procedencias".
Para entender por qué escasea el mejillón grande y prevalecen las piezas de menor tamaño habría que remontarse a los meses previos al verano cuando se produjo una caída del mejillón de las cuerdas. "El pequeño se coló y no dejó crecer el otro", explica Vieites, que apunta a factores medioambientales como una posible causa de dicho desprendimiento. La falta de nutrientes también podría estar detrás de este fenómeno y desde la organización de productores Opmega constatan las dificultades que tuvieron para que el molusco engorde y crezca. 
Ahora ya no porque el sector está prácticamente paralizado por el episodio de marea roja que se ha extendido por casi todas las zonas de producción. Ayer mismo había 45 polígonos de bateas de mejillón cerrados en toda Galicia, lo que supone el 85%. Sólo 7 están abiertos, de los que dos están en la ría de Vigo (en Redondela). El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) ordenó en los últimos días el cierre de cuatro zonas más en Vilagarcía y O Grove, por donde la biotoxina se extiende de manera masiva tras hacerlo primero en la de Vigo y Pontevedra y en Muros-Noia. Se trata de un fenómeno natural si bien la presencia de la toxina obliga a detener la extracción del bivalvo ya que no se puede consumir.
Y en esta crisis del mejillón gallego sale de nuevo a relucir un problema de base que el sector arrastra desde hace años y es la gran fragmentación que existe entre los bateeiros y que produce cierta descoordinación a la hora de ordenar la producción. 
En Galicia hay cerca de medio centenar de polígonos con más de 3.300 bateas de mejillón. El 70% está en la Ría de Arousa con más de 2.300 bateas y 18 polígonos, seguida de la de Vigo que ronda el medio millar de bateas y 12 polígonos, representando el 14% de la producción. Una producción que en 2018 -últimos datos disponibles- fue histórica con cerca de 300.000 toneladas que consolidaron al sector mejillonero gallego como la primera potencia mundial.n

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