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La inversión empresarial en Vigo se frena por el covid y un 2021 incierto

Amazon abrió hace un año en Porriño una central logística, una de las últimas inversiones en la comarca.
photo_camera Amazon abrió hace un año en Porriño una central logística, una de las últimas inversiones en la comarca.
La automoción y la alimentación resisten mejor y las grandes empresas son las que mantienen los proyectos 
La crisis económica derivada del covid ha frenado en seco la inversión empresarial de las empresas de Vigo. Es una tendencia a nivel provincial y también gallega, según constatan las patronales que achacan la situación a dos motivos fundamentales: la falta de confianza y la incertidumbre. "En líneas generales los proyectos se han parado o se han ralentizado, salvo casos puntuales como las grandes compañías que pueden resistir mejor", señala Jorge Cebreiros, presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP). "Las empresas están siendo prudentes porque la inmensa mayoría no ve claro cuál es el futuro y no hablamos a largo plazo sino de 2021 que está a la vuelta de la esquina y se presenta muy incierto", indica. 
La patronal provincial asegura que "oferta hay y economía productiva en nuestro territorio, pero ésta es una crisis de demanda con un impacto muy duro en estos últimos seis meses y lo que viene". "Es muy difícil seguir con los planes de inversión", constata el presidente de la CEP, que precisa que la línea ICO de 10.000 millones de euros para apoyar a empresas "no está teniendo la demanda que se esperaba".
Si hay un sector que está capeando mejor el temporal económico en el caso de la comarca viguesa es la automoción -al margen de la alimentación, actividad esencial durante el estado de alarma- y es ahí donde algunas empresas (pocas) mantiene un hilo inversor. "Hay empresas que siguen adelante con sus planes, sobre todo de ampliación de instalaciones y firmas de mecanizado que están ampliando sus capacidades en maquinaria por el buen tirón de la industria del motor", confirma Enrique Mallón, secretario general de Asime. No obstante, la patronal gallega del metal también constata que la inversión empresarial "se ha ralentizado al verse dañada la confianza". "No es un buen momento y posiblemente 2021 sea peor por la gran incertidumbre que hay", apunta.
Y es que el Banco de España ha vuelto a rebajar sus previsiones económicas para el próximo año y estima una caída del PIB en 2020 de entre un 10,5 y un 12,6%. La tasa de paro no empezará a descender hasta 2022 y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa en 2026 que España vuelve recuperar los niveles de empleo previos a la pandemia.

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