Movilidad

Qué hacer si se rompe el parabrisas del automóvil

Un ojo de buey con astillamiento en el parabrisas de un vehículo.
photo_camera Un ojo de buey con astillamiento en el parabrisas de un vehículo.
Los objetos en la calzada que salen despedidos, vandalismo o sencillamente un cambio brusco de temperatura pueden hacer que el cristal se fisure o agriete, por lo que será necesario realizar una operación de reparación o sustitución en caso de un daño muy grave

A todos los conductores les ha pasado o pasará en algún momento de su periplo al volante por las carreteras, la rotura o agrietamiento de un cristal.
Las deficiencias en las vías españolas, los objetos caídos de otros vehículos o sencillamente un cambio de temperatura brusco en un parabrisas con una debilidad ya adquirida previamente pueden llevar a la rotura o agrietamiento de este elemento que debe estar en plena forma para la correcta conducción.
La evolución técnica de los últimos años ha hecho que este elemento se haya convertido en uno de los puntos clave a la hora de mantener un vehículo en buen estado. La llegada de nuevos sensores y ayudas a la conducción obligan a que el parabrisas no tenga problemas, ya que de él dependen las luces inteligentes, sensores de lluvia e incluso contra impacto. Cierto es, que la mejora de los materiales y la constucción del mismo han hecho que sea prácticamente imposible que el cristal llegue a romperse y separarse, pero también lo es que sigue siendo un elemento delicado y con una exposición máxima durante la conducción.
Para distinguir si hay que sustituir o reparar un parabrisas es necesario comprender qué tipo de daño se ha producido.
El más conocido es el ojo de buey, el chinazo de toda la vida. Este daño puede repararse con un kit de resina que aplicarán en un centro especializado y concertado con la compañía aseguradora. La mayor parte de los seguros tienen ya incluido este servicio, así como el de sustitución en caso de rotura (hasta los que están a terceros), pero en caso de no tenerlo puede comprarse el kit en una tienda de recambios.
Si el ojo de buey tiene menos de dos centímetros (una moneda de dos euros es la referencia) no entraña ningún peligro, pero si esa fisura es mayor o tiene grietas a su alrededor es clave acudir a reparar o sustituir el parabrisas cuanto antes, ya que con la dilatación por los cambios de temperatura seguirá creciendo y pondrá en riesgo el buen funcionamiento de todos los sistemas.
Al igual que con el ojo de buey con astillamiento, las grietas en el parabrisas requieren una intervención inmediata. En este caso no hay mucha alternativa que no pase por la sustitución del parabrisas por uno nuevo, ya que la resina no es capaz de cubrir estos daños.

¿Cuánto tarda?

La sustitución de un parabrisas no es una tarea excesivamente larga en el taller. Tras pedir cita previa (para que tengan la pieza), el proceso suele durar poco más de una hora, aunque si es necesario recalibrar todos los sensores puede aumentar una hora o dos más.

¿Cómo actuar?

El miedo a no saber como actuar está siempre presente en caso de avería o una rotura de parabrisas como es el caso. Los convenios con las compañías de seguros han facilitado este proceso y no es necesario ponerse en contacto con la aseguradora en ningún momento. Tan solo es preciso llevar el coche a un taller que esté reconocido y ellos mismos se harán cargo de todo el papeleo sin que ello afecte a la bonificación, otro de los miedos a la hora de dar un parte, como sucedería en este caso.

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