Último mes del brexit y la pesca está en el meollo de la negociación final con la amenaza de un 'no deal' todavía presente. "Mantenemos el optimismo y confiamos en que a última hora podamos alcanzar un acuerdo de mínimos", indica el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), un colectivo con importantes intereses en el acuerdo por los 43 barcos que tiene en Malvinas, caladero que representa el 25% de las importaciones del puerto del Berbés. "Cualquier opción nos vale, menos un no acuerdo. Tiene que haber altura de miras por ambas partes porque se pueden producir consecuencias muy negativas para las empresas de ambos lados del Canal de la Mancha", apunta Javier Touza, que advierte que un brexit duro "agravaría la ya delicada situación económica actual por el covid". "Sería el peor momento, no creo que ocurra, somos optimistas con que se establezca un acuerdo en la pesca, quizás con periodos transitorios", apunta el armador con respecto a una posibilidad que coge fuerza en la negociación en Londres acerca de un periodo transitorio de tres años para el sector pesquero.
Otro escollo a salvar es el reparto de las cuotas pesqueras en el que los armadores vigueses reclaman "acceso a los mercados y a las aguas", en referencia a los caladeros de Malvinas y Gran Sol donde tienen intereses 140 barcos de capital gallego, muchos de Vigo y Marín asociados a ARVI.
Ante la posibilidad de que no haya acuerdo, la Xunta propone que se aprueben planes de contingencia para el sector pesquero y que se beneficien aquellas regiones perjudicadas por tener más buques concentrados en aguas británicas, como es el caso de Galicia.
Otro sector con grandes intereses en Reino Unido es el de la conserva que también confía en un acuerdo "just in time". "Creo que habrá entendimiento, aunque se puedan ampliar los plazos o haya alguna prórroga del acuerdo comercial", indica Juan Manuel Vieites, secretario general de la patronal nacional Anfaco-Cecopesca, con sede en Vigo. Y es que la industria transformadora de productos de la pesca y la acuicultura tiene a Reino Unido entre sus principales mercados. "Llegó a ser el cuarto, el año pasado bajó al sexto puesto de nuestras exportaciones y en 2020 recuperará el quinto lugar. Es un mercado importante y nos gustaría mantenerlo, pero habría alternativas", señala Vieites.
En caso de que no hubiera acuerdo, los aranceles previstos por Reino Unido para las conservas se situarían en un 20% y podría llegar al 25% en algunas especies, como el bonito. Las tarifas por la importación de estos productos alcanzarían un valor de 6.600 millones de euros, según calcula Anfaco.
