España y Francia son los países que más usaron los avales públicos para préstamos a empresas, mientras Italia y Alemania emplearon este apoyo en menor medida. En un artículo del boletín económico del Banco Central Europeo (BCE), publicado ayer, los autores Matteo Falagiarda, Algirdas Prapiestis y Elena Rancoita consideran que "la demanda de préstamos bancarios del sector empresarial se ha disparado hasta alcanzar niveles récord desde marzo de 2020", por la necesidad de liquidez de las empresas debido a la pandemia.
Desde que los programas se pusieron en marcha en abril, las empresas obtuvieron préstamos garantizados por unos 120.000 millones de euros en Francia (5% del endeudamiento bruto de las empresas) y por 100.000 millones de euros en España (11 % de la deuda bruta). En España, las empresas utilizaron más los préstamos garantizados porque faltaron otras medidas de alivio fiscal, como moratorias del pago de la deuda y ayudas estatales directas. En Francia, estos préstamos se utilizaron más porque el precio fue muy favorable, sobre todo durante su primer año de vigencia.
En cambio, su uso fue más moderado en Italia, unos 55.000 millones de euros, que representan en torno al 4% del endeudamiento bruto, y en Alemania, aproximadamente 45.000 millones de euros, o alrededor del 2% de la deuda bruta. En Alemania, las empresas usaron menos los avales porque tienen necesidades de financiación menores, el confinamiento fue menos estricto y recurrieron más a otras medidas, como ayudas directas, aplazamientos tributarios y la regulación temporal de empleo. Además, en Alemania las condiciones fueron menos favorables porque los precios de los préstamos son más elevados, se prohibió distribuir dividendos y se impusieron límites a la remuneración de los directivos.
los cuellos de botella
También se crearon algunos cuellos de botella en la oferta de préstamos porque los bancos consideraron que los préstamos de cuantía elevada tenían riesgo. En Italia, la escasa utilización refleja los cuellos de botella en la oferta, que se han ido reduciendo y, en julio y agosto, estos préstamos superaron en Italia los de otros países.
Los economistas del BCE consideran que las pymes de los sectores más afectados por la crisis, como el comercio, el turismo y el transporte, "han sido las principales beneficiarias de los programas de avales públicos para préstamos". Las pymes y los autónomos utilizaron mucho más los préstamos garantizados que las grandes empresas, con la excepción de Alemania. El mayor uso de los avales por parte de las pymes refleja que necesitaban más liquidez de emergencia, mayor dependencia de los bancos para financiarse y el hecho de que en el sector bancario existen menos cuellos de botella que afecten a la concesión de préstamos garantizados de pequeña cuantía.
Desde el punto de vista sectorial, el comercio, el transporte y los servicios de comidas son lo que más usaron los préstamos garantizados. En España y Francia, donde el respaldo fiscal a las empresas se proporcionó a través de programas de avales, en torno al 70% de los volúmenes de nuevo crédito del período de abril a julio fueron préstamos garantizados.
