Durante las últimas semanas la provincia está recibiendo la visita de este molesto elemento que llega de las plantas en floración, por eso es necesario mantener el vehículo en perfecto estado
La primavera en la provincia de Ourense es siempre especial. El cambio de estación trae consigo la floración de cientos de especies de plantas que rodean la ciudad y las villas y como consecuencia el polen se hace dueño de los coches de los sufridos conductores, que se afanan manguera en mano, en limpiarlo sin éxito prácticamente a diario.
Al margen de la afectación estética sobre los vehículos, al teñir de amarillo la superficie de los mismos, este material también tiene otros efectos que requieren que el vehículo se encuentre en un buen estado para evitar sufrir las consecuencias en el cuerpo del conductor.
Desde hace ya varios años, todos los vehículos de nueva fabricación incorporan un filtro denominado antipolen que se sitúa en la zona frontal del vehículo e impide que este molesto elemento se cuele dentro del interior del vehículo.
Si bien es un filtro que no afecta para nada al rendimiento mecánico del vehículo como sí podrían ser el filtro del aire o de combustible, es importante mantenerlo en perfecto estado para que por ejemplo, las personas alérgicas, no sufran un ataque durante la conducción.
A pesar de su denominación, también es altamente efectivo para limitar el paso de polvo y otras sustancias al interior del vehículo, así como a contribuir a que el interior del coche se mantenga limpio y con buen olor, una de esas grandes dudas que muchos conductores tienen, al observar su vehículo limpio por dento pero con un olor que se cuela a través de los conductos de ventilación del mismo.
La duda es ¿cuándo hay que cambiar el filtro antipolen de un vehículo?
Al no ser un elemento clave a la hora del funcionamiento de un vehículo, muchos conductores descuidan el mantenimiento de este filtro, lo que causa que por ejemplo el aire acondicionado no funcione de forma correcto si este está tupido.
Muchos conductores piensan que el aire acondicionado se ha estropeado en verano cuando ven que no enfría y en infinidad de casos es este filtro el que no permite que el sistema canalice el aire correctamente.
Los fabricantes recomiendan cambiar el filtro antipolen una vez al año o entre los 15.000 y 25.000 kilómetros. Ante el temor de una factura elevada al sustituir este recambio, tranquilidad. El filtro antipolen tiene un precio de entre diez y veinte euros, dependiendo del modelo.
Si en vez de la versión realizada con celulosa quieres uno de carbón activo, que retiene también las partículas de contaminación y purifica más el aire, el precio sube ligeramente hasta los 30 euros, un importe realmente asumible y que mejorará la habitabilidad y calidad del aire dentro del vehículo.
Al margen de la afectación estética sobre los vehículos, al teñir de amarillo la superficie de los mismos, este material también tiene otros efectos que requieren que el vehículo se encuentre en un buen estado para evitar sufrir las consecuencias en el cuerpo del conductor.
Desde hace ya varios años, todos los vehículos de nueva fabricación incorporan un filtro denominado antipolen que se sitúa en la zona frontal del vehículo e impide que este molesto elemento se cuele dentro del interior del vehículo.
Si bien es un filtro que no afecta para nada al rendimiento mecánico del vehículo como sí podrían ser el filtro del aire o de combustible, es importante mantenerlo en perfecto estado para que por ejemplo, las personas alérgicas, no sufran un ataque durante la conducción.
A pesar de su denominación, también es altamente efectivo para limitar el paso de polvo y otras sustancias al interior del vehículo, así como a contribuir a que el interior del coche se mantenga limpio y con buen olor, una de esas grandes dudas que muchos conductores tienen, al observar su vehículo limpio por dento pero con un olor que se cuela a través de los conductos de ventilación del mismo.
La duda es ¿cuándo hay que cambiar el filtro antipolen de un vehículo?
Al no ser un elemento clave a la hora del funcionamiento de un vehículo, muchos conductores descuidan el mantenimiento de este filtro, lo que causa que por ejemplo el aire acondicionado no funcione de forma correcto si este está tupido.
Muchos conductores piensan que el aire acondicionado se ha estropeado en verano cuando ven que no enfría y en infinidad de casos es este filtro el que no permite que el sistema canalice el aire correctamente.
Los fabricantes recomiendan cambiar el filtro antipolen una vez al año o entre los 15.000 y 25.000 kilómetros. Ante el temor de una factura elevada al sustituir este recambio, tranquilidad. El filtro antipolen tiene un precio de entre diez y veinte euros, dependiendo del modelo.
Si en vez de la versión realizada con celulosa quieres uno de carbón activo, que retiene también las partículas de contaminación y purifica más el aire, el precio sube ligeramente hasta los 30 euros, un importe realmente asumible y que mejorará la habitabilidad y calidad del aire dentro del vehículo.
