Justo Sierra, nuevo presidente de Asime

“Las empresas deben apostar por el valor añadido y no solo competir en costes”

Justo Sierra, nuevo presidente de Asime.
photo_camera Justo Sierra, nuevo presidente de Asime.

El empresario santiagués Justo Sierra, nacido en Viveiro, fue elegido en julio nuevo presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos tras la dimisión de su predecesor, Julio Gómez.
 

¿Cómo valora su elección?
Agradezco la confianza que la Junta deposita en mi persona. Es un honor y una responsabilidad representar a Asime y seguir trabajando para defender los intereses de nuestros asociados y del sector. Ahora bien, no debemos olvidar que la presidencia no es más que la cabeza visible y que el trabajo no podría hacerse sin dos elementos fundamentales: una junta formada por directivos con amplia experiencia y un equipo de profesionales altamente cualificados y comprometidos.
Asume el cargo con menos de un año por delante. ¿Qué aspectos priorizará en su gestión de Asime?
En general, se trata de mantener las líneas de acción que se vienen desarrollando hasta ahora. Seguiremos apoyando a las empresas ante retos estratégicos ya conocidos como la internacionalización, o la detección de tendencias y oportunidades de negocio, a través de instrumentos como asistencia a ferias y misiones o la organización de eventos y foros, respectivamente.
En un plano más operativo, seguiremos trabajando en el campo de las relaciones laborales y negociación colectiva, en el ámbito de la seguridad y salud laboral a través de nuestro servicio de prevención mancomunado.
En su toma de posesión aseguró que la formación es una de las prioridades de la organización. ¿Cómo debe ser esta formación?
Evidentemente, a través de nuestros asociados, pulsamos la realidad del día a día. Soldadores, matriceros, expertos en manejo de máquinas de control numérico… el abanico es muy amplio. Y no solo a nivel de operarios, también se requiere formación específica para los cuadros directivos. Desde Asime tratamos de ser lo más flexibles posible, organizando cursos cuando se demanden y canalizando las ayudas que desde los diferentes ámbitos de la administración puedan estar disponibles.
¿Ha terminado la crisis para el sector metalúrgico? La facturación crece pero ¿suben también los beneficios?
El crecimiento puede estar marcado por la mejora de la coyuntura económica nacional, lo cual sin duda es una buena noticia para todos. Pero creo que no debemos relajarnos y se hace necesario tener visión de largo plazo. Estaríamos cometiendo un grave error pensando que todo volverá a ser como antes de la crisis. Personalmente creo que los márgenes serán cada vez más ajustados en actividades básicas y tradicionales, por ello creo que las empresas deben apostar por actividades que se centren en un mayor valor añadido y especialización, donde la competencia no sea basada solamente en costes.
En pleno proceso de tranformación robótica y digital, ¿cuáles son los perfiles que necesita la industria gallega?
Lo que sí es seguro es que el empleo necesitará ser más cualificado y orientado a nuevas habilidades y conocimientos. La industria metalúrgica ya demanda hoy, y cada vez más, perfiles relacionados con la automatización, sensorización, electrónica... Pero estos campos necesitan ir de la mano de la metalurgia tradicional, porque van asociados a trabajos físicos, y por ello a máquinas. Creo que no está claro que la robotización vaya a bajar la cifra de empleo, al menos tanto como podríamos pensar. Si la automatización redunda en mayores rendimientos para las empresas, y éstas aplican políticas de reinversión y diversificación, tendrán más posibilidades de buscar y explotar nuevas líneas de negocio en las que, obviamente, se generarán nuevos puestos de trabajo. Un ejemplo real lo tenemos en Alemania, donde el grado de robotización es con diferencia el más alto del mundo, y sin embargo mantiene más de un 25% del empleo total en la industria mientras en España, por ejemplo, no llegamos al veinte. 
La reindustrialización es unos de los objetivos de las administraciones. Galicia tiene en frente la competencia de Portugal. ¿Es posible la llegada de nuevas inversiones a Galicia?
Siempre es posible y por supuesto, deseable. Pero necesitamos que se generen las mejores condiciones, tanto para la llegada de nuevas empresas como para evitar las desinversiones. Factores como costes laborales, suelo industrial, energía, infraestructuras o carga impositiva tienen un impacto directo en las posibilidades de implantación, y las administraciones deben velar porque éstos aspectos no constituyan un obstáculo excesivo.
¿Cuál es el nivel de competitividad de la industria metalúrgica gallega frente a otras como Portugal o el norte de Europa?
Creo que estamos en buena posición, y se está notando en la cartera de pedidos de las empresas. En parte, la crisis ha ayudado a que las empresas que han sobrevivido sean mucho más competitivas dado que han revisado sus modelos de negocio y optimizado sus procesos para superar las dificultades y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. 
Asime está impulsando la aeronáutica en Galicia, ¿puede ser el próximo sector estratégico gallego? ¿Qué “deberes” tiene por delante?
La aeronáutica está experimentando un aumento de actividad enorme a nivel mundial, y esto debemos aprovecharlo dado que hay muchas empresas dedicadas a otras actividades relacionadas como la automoción o el naval, que por tecnología podrían introducirse en el sector aeronáutico y aprovecharse del mayor valor añadido que genera éste. Por lo tanto, debe ser un sector estratégico para Galicia, y ya tenemos empresas punteras de referencia a nivel mundial que generan puestos de trabajo altamente cualificados y que están creciendo de forma espectacular. 
¿Deben prepararse antes estas empresas?
Debemos ser conscientes de que en otros países e incluso en otras regiones de España llevan algunos años de adelanto trabajando desde asociaciones y clústeres muy potentes, y por lo tanto tenemos terreno que recuperar antes de que el sector se sature. Adicionalmente, para pasar los filtros y las certificaciones correspondientes se requieren fuertes inversiones en capacidades mucho antes de que éstas generen retornos, y por ello estamos hablando de plazos más largos que en otros sectores. Las grandes empresas de integración final, los fabricantes de aviones o de conjuntos complejos, ejercen de tractoras y requieren implantaciones relativamente cercanas a sus plantas productivas, lo cual en Galicia no nos favorece.
¿Cree que la Xunta apoya debidamente al sector metalúrgico? 
Creo que desde la administración autonómica se es consciente de la importancia estratégica del sector. Desde hace décadas, el PIB gallego tiene un componente metalúrgico muy importante gracias a sectores como la automoción o el naval, y por ello siempre han entrado en los planes estratégicos de los diferentes gobiernos de la Xunta, lo cual es positivo. 
¿Cómo valora la relación de Asime con los sindicatos? El Consello Galego de Relacións Laborais quiere impulsar un convenio colectivo autonómico del metal. ¿Es posible llegar a un acuerdo?
Nuestra relación con los sindicatos ha sido tradicionalmente positiva y debe seguir siendo así en beneficio del sector. Se trata de buscar marcos de trabajo y colaboración estables, pero sin perder de vista la realidad de los entornos donde nuestras empresas operan. Respecto al convenio autonómico, es preferible a un convenio estatal que no reflejaría la realidad económica de Galicia. Estamos dispuestos a trabajar en este sentido, y tenemos la experiencia necesaria, pero presenta algunos retos porque debe tener en cuenta realidades industriales diversas. Por citar un ejemplo, el peso del sector metalúrgico en el eje A Coruña - Pontevedra es representa un total del 85% del empleo en Galicia, con un peso de las provincias de Lugo y Ourense más reducido.

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