La falta de oportunidades en una economía castigada dibuja un país cada vez más envejecido
Una de las mayores olas de emigración que se recuerdan y tasas de natalidad en mínimos históricos desafían el cambio generacional de la envejecida Portugal, que en una década ha perdido medio millón de jóvenes.
Un informe publicado este mes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) retrata un país cada vez más envejecido, donde los jóvenes, además de representar un menor número, tienen mayor dificultad en encontrar trabajo, a pesar de estar mejor preparados.
Emigración en busca de mejores oportunidades, condiciones económicas que retrasan crear una familia y la consecuente baja natalidad explican que los jóvenes sean ya solo un quinto de la población portuguesa.
Si las condiciones actuales permanecen, el INE estima que en 2030 y 2060 los jóvenes puedan representar solo entre un 15% y un 13,5% de la población. Portugal ya es el sexto país más envejecido del mundo, con una tasa que se ha disparado en las últimas décadas al pasar del 27% en 1960 a un 129% en 2012, catorce puntos por encima de la media europea.
La pérdida poblacional de jóvenes, de edades entre 15 y 29 años, se registró en la gran mayoría de los municipios portugueses entre 2001 y 2011 (302 de las 308 localidades estudiadas). En este periodo, el interior de Portugal, zona caracterizada por su grave problema de abandono poblacional, fue el que sufrió mayores pérdidas.
Los tres años de recesión que Portugal sufre desde 2011 han disparado la emigración hasta convertirse en uno de los temas más debatidos a nivel nacional Se estima que en 2012 el número de jóvenes en emigración permanente era de 26.000, lo que representa la mitad de toda la emigración portuguesa y un aumento de 14,5 puntos respecto al año anterior. El aumento de la tasa de desempleo joven fue determinante, según el INE, para explicar esta nueva ola de emigración en Portugal cifrada en unos 140.000 portugueses desde el inicio de la crisis.n
