Las élites económicas se abren al debate

Foto de familia de los participantes en las jornadas del Foro Económico de Galicia, celebrado esta semana en Muxía.
photo_camera Foto de familia de los participantes en las jornadas del Foro Económico de Galicia, celebrado esta semana en Muxía.
En la XII Reunión Anual del Foro Económico de Galicia afloraron asuntos como la inteligencia artificial o la transición energética, sin que faltasen contrapuntos y matices en las intervenciones.

El Foro Económico Mundial –más conocido como Foro de Davos– reúne en Suiza a los líderes políticos internacionales, pero también a los principales líderes empresariales, intelectuales y periodísticos, que suelen analizar los problemas más apremiantes que afronta el mundo.

En las reuniones del Grupo Bilderberg, una de las organizaciones secretas más controvertidas, la élite política mundial se mezcla con personalidades de la academia, las finanzas, la industria y los medios. Siendo Fernando González Laxe presidente de la Xunta –mayo de 1989–, el Grupo Bilderberg se había dado cita en Galicia, donde se habló de cosas que no tardaron en suceder en el mundo.

A diferencia de Davos, la reunión de Bildeberg es extremadamente privada, y los participantes están sujetos a estrictas reglas de confidencialidad. No se permiten cámaras ni grabadoras, y los participantes están obligados a no revelar lo que se discute.

Aunque no sean tan famosos, en distintos países hay grupos similares a los de Davos y Bildeberg. En España, por ejemplo, son relevantes las llamadas Reuniones Cercle d’Economia de Barcelona, que constituyen la actividad de mayor relevancia pública del Cercle y son las de mayor antigüedad entre las que se celebran en España.

Desde 2010, Galicia también forma parte de este tipo de reuniones de alto nivel, a su manera. Es algo que le debe a Emilio Pérez Nieto, un empresario de Ourense, que fue capaz de liderar un gran grupo ligado al motor, pero también la patronal de Galicia. El Foro Económico de Galicia del que es presidente se define como una plataforma de transferencia de conocimiento en materia económica desde las empresas y universidades gallegas a la sociedad y a los espacios de decisión pública. Y se presenta también como una herramienta de la sociedad civil que pretende contribuir a conocer mejor los desafíos, oportunidades y amenazas sobre la estructura productiva gallega, sus empresas y su sector público.

Esta semana celebró en Muxía su XII Reunión Anual, con la presencia de profesores e investigadores, empresarios y directivos representativos de los diferentes sectores y áreas de Galicia, así como periodistas de referencia. Pero también estuvieron algunos políticos y un sindicalista del relieve de Unai Sordo, el secretario general de CC OO.

Este tipo de reuniones de las élites suelen generar interés y a la vez controversia. Para unos son cónclaves secretos en los que los poderosos se reúnen para discutir asuntos que afectan a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, también hay quienes ven estas reuniones como oportunidades para el diálogo y el intercambio de ideas entre líderes y expertos en diferentes campos, que a la vez representan a distintas tendencias ideológicas. Si por algo destaca el Foro Económico de Galicia es precisamente por su pluralismo, lo cual refleja su talante librepensador.

El impacto de estas reuniones es difícil determinarlo. Lo que sí está claro es que la transparencia y la apertura son fundamentales para asegurar que las decisiones de los líderes tengan en cuenta las preocupaciones de todas las personas, no solo de las élites. En este sentido, en la reciente Reunión Anual del Foro Económico de Galicia afloraron asuntos de gran interés, como la inteligencia artificial o la transición energética, sin que faltasen contrapuntos y matices en el conjunto de las intervenciones.

@J_L_Gomez

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