La economía va bien, aunque con problemas

El especialista Paul Krugman, premio Nobel de Economía.
photo_camera El especialista Paul Krugman, premio Nobel de Economía.
Pero no solo en España se dan las contradicciones ante la marcha de la economía, también en EE UU andan a vueltas con si van bien o mal. El Nobel Paul Krugman ya ha dictado sentencia. Su sentencia.

El premio Nobel de Economía Paul Krugman ha explicado en el diario The New York Times que la economía de EE UU va muy bien, aunque con algunos problemas. Pero las sensaciones de los consumidores estadounidenses son más pesimistas, según las encuestas.

Estas y otras contradicciones aparentes suscitan debate y controversia entre los propios académicos, y no digamos entre los políticos. Las preguntas que Krugman se hace desde Nueva York podría hacerlas cualquier otro profesor desde aquí, con la economía española como telón de fondo.

En ambos casos han aparecido datos positivos de empleo, pero no de inflación, que este año está subiendo más de lo que lo hizo en décadas.

“No cabe duda de que el alza de los precios ha ido en detrimento de las mejoras salariales de muchos trabajadores, a pesar de que los ingresos individuales reales per cápita siguen estando por encima del nivel prepandémico aun cuando el Gobierno ya no reparta montones de dinero. Y mi sensación es que, por más que los ingresos suban, la inflación tiene un efecto corrosivo en la confianza, ya que crea la percepción de que las cosas están fuera de control”, explica Krugman con su característico lenguaje coloquial.

No solo pasa en EE UU. En España, también afloran datos contradictorios de su economía, visibles en una asincronía según la cual el empleo está al alza y el crecimiento, a la baja. De hecho, el desempleo bajó en noviembre y encadenó nueve meses de caídas por primera vez en la historia, con niveles de paro del año 2008 –el que marcó el final de un ciclo expansivo de la economía española–, pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo las previsiones de crecimiento de España para 2021, del 6,8% al 4,5%, y para 2022, del 6,6% al 5,5%.

Las contradicciones se suceden, de modo que en España brotan las expectativas con los fondos de recuperación –también puede haber oportunidades en la batería de incentivos fiscales de la nueva ley de startup para 2022– y a la vez se observa desánimo ante la inflación.

Hay observadores que creen que la economía española tiene una buena base para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, a la vista de los últimos datos, pero esta opinión, que también comparte el Gobierno, dista de ser unánime, ya que no parece que sea oro todo lo que reluce detrás de esos datos.

Ante la asimetría entre recuperación del PIB (menor) y del empleo (mayor), todo indica que tiene que ver con la caída del número medio de horas trabajadas, explica el profesor de economía Albino Prada, un convencido de que España –inmersa en la temporalidad– transita lejos del habitual contrato indefinido a tiempo completo del siglo pasado.

La salida de la crisis requiere reformas en pensiones, mercado de trabajo y fiscalidad, así como un aprovechamiento máximo de los fondos europeos para que, con apoyo privado, contribuyan a sentar las bases de un nuevo modelo económico, sostenible, como explicó la profesora de economía María Cadaval en la presentación, en Madrid, del libro Cómo salir de esta (II).

Puede que estemos ante la mejor recuperación económica en décadas, tanto en EE UU como en España. La diferencia está en que, en la primera economía del mundo, del mismo que en las grandes potencias de la UE, ya han recuperado todo lo perdido con la pandemia, mientras que en España no. La Bolsa es un fiel relejo.

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